El grupo municipal socialista denunció ayer el «caos» de tráfico que se vivió en el entorno del estadio del Nuevo Vivero en el último partido del Club Deportivo Badajoz, el pasado sábado, debido a la ausencia de agentes de la policía local en la zona, pese a que casi 8.000 aficionados acudieron al campo. El portavoz del PSOE, Ricardo Cabezas, y el concejal socialista Javier Monroy comparecieron para pedir explicaciones sobre lo ocurrido a la concejala de Policía Local, María José Solana, y exigir que este «colapso» circulatorio no se vuelva a repetir.

Cabezas criticó que no hubiera «ningún agente» regulando el tráfico en el Nuevo Vivero, cuyo entorno se ha reordenado, habilitando solo una entrada y una salida, con el estadio funcionando a modo de rotonda, cuando en otras ocasiones con menos aforo si ha habido presencia policial, por lo que se produjeron importantes retenciones. Para el portavoz socialista, se trata de una muestra más de la "constante animadversión" del equipo de gobierno hacia el Badajoz, cuya razón se preguntó.

 A su juicio, lo sucedido en el último partido refleja falta de planificación y un «desgobierno absoluto» en el servicio de la Policía Local, del que responsabilizó a Solana. En este sentido, planteó que el alcalde, Ignacio Gragera, debería retirarle estas competencias y otorgarle otras, a la vista de que «no funciona».

También Monroy culpó de la situación a la «descoordinación más que manifiesta» entre la concejala de Policía Local y el superintendente, Rubén Muñoz, y preguntó si se había previsto un servicio extraordinario y, era así, por qué se suspendió a «última hora». En este sentido, el concejal socialista exigió saber qué «problema» existe con los servicios extraordinarios, pues el sábado por la tarde había solo «dos coches patrullas» para toda la ciudad.

Por su parte, el ayuntamiento se limitó a señalar que lo ocurrido «son cuestiones propias de una reorganización del tráfico».