En otras ciudades existen normas que regulan la conciliación entre la actividad de los músicos que actúan en la calle con el derecho al descanso de los residentes. Badajoz va a tenerla y ya hay un borrador bastante avanzado en el que trabaja la Concejalía de Cultura, según informó ayer a este diario su titular, Paloma Morcillo. Se trata de una normativa básica que pretende consensuar con el colectivo y que incluirá los lugares donde pueden desarrollar su actividad, el horario y qué tipo de actuaciones. 

En principio, el horario de lunes a domingo en invierno sería de 11.00 a 15.00 horas y de 17.00 a 22.00 horas y de 11.00 a 15.00 horas y de 18.00 hasta las 23.00 o a las 00.00 horas, en verano. Morcillo aduce que no puede ser ininterrumpido porque en Badajoz se necesita el parón de la hora de la siesta. Las actuaciones deberían ser acústicas con una potencia que no puede superar de 70 a 90 decibelios (así lo establece la ordenanza de contaminación acústica), ni las formaciones deberían estar integradas por más de seis personas. También se ha previsto que haya una distancia mínima de 20 metros entre unos músicos y otros para que no se solapen. Además, no podrán colocarse a menos de 3 o 5 metros de accesos a viviendas, locales, vados, edificios públicos o salidas de emergencia, ni más próximos de 50 o 100 metros de centros educativos, sanitarios, asistenciales o residencias de mayores, ni podrán ocupar en la calzada lugares que impidan el tránsito normal de vehículos y peatones.

La concejalía también plantea que exista un ‘Registro de músicos’, como en otras ciudades, donde se inscriban los artistas y así, en función de su actividad sabrán en qué zona podrían tocar. Morcillo señala que con este registro la concejalía podría conocer «con qué potencial musical cuenta la ciudad». No habría problema con los itinerantes, dado que en Badajoz no se requiere autorización para instalarse y tampoco el ayuntamiento se plantea cobrarles. Del mismo modo, la concejala descarta realizar una audición para comprobar su nivel.

El pleno municipal aprobó el lunes de manera definitiva la ordenanza de Seguridad y Convivencia Ciudadana en el Espacio Público en Badajoz, en la que finalmente se introdujo una modificación para eximir a los músicos callejeros de tener que solicitar autorización o comunicar su actividad. El cambio se hizo a petición del colectivo cultural La Hoguera, que ayer emitió un comunicado tras reunirse con las asociaciones de vecinos del Casco Antiguo y de comerciantes de la calle Menacho para abordar la normativa específica que regulará la música en la calle. «No puede haber una regulación de los músicos sin los músicos y por eso el colectivo se puso en movimiento», señalaron en su escrito. Recordaron además que aunque en la ordenanza aprobada el lunes los músicos han quedado exentos de autorización, «la campaña no ha finalizado» pues pretenden seguir trabajando para que la normativa que anuncia la concejala de Cultura sea «justa para todos».

Morcillo recuerda que junto con Policía Urbana se reunió con este colectivo cuando presentó su alegación a la ordenanza aprobada el lunes. La concejala les trasmitió que son necesarias unas normas básicas (aún está por ver la fórmula) «para proteger a los vecinos y a los propios músicos». Asegura que compartió el contenido de borrador con los representantes del colectivo «y quedaron más o menos satisfechos». Tanto la concejala como los músicos pusieron sobre la mesa la posibilidad de establecer un «mapa» como existe en otras ciudades, con los lugares donde podrán actuar y en qué condiciones. Se incluiría la zona comercial, centro histórico, parques y plazas y los espacios residenciales, que no tendrían actividad musical. El colectivo ha diseñado un «mapa de ruidos» con los lugares concretos donde suelen ubicarse y que son aquellos «donde hay paso de gente», apunta Anzo Ruiz, de La Hoguera. Entiende la concejala que esta actividad no puede circunscribirse a lugares concretos donde tocan tradicionalmente, sino que las zonas permitidas deben extenderse por la ciudad respetando, eso sí, la libre decisión de los músicos

Según la responsable de la concejalía, existen coincidencias entre lo que proponen ambas partes y parten de que esta actividad debe casar con el descanso de los vecinos. Han quedado en «sentarnos, trabajar y volver a reunirnos». Los músicos también confían en que si tiene que haber regulación, sea consensuada. Morcillo espera que la norma pueda estar lista antes de final de año.