Ya han comenzado los trabajos para la consolidación de los yacimientos de la alcazaba, que han comenzado por el más cercano a la Bibilioteca de Extremadura (traseras del antiguo Hospital Militar), pero que se simultanearán con los de la parte norte, junto a la puerta de la Coracha, el conocido como barrio artesano. El Ayuntamiento de Badajoz y la Junta de Extremadura cofinancian con 132.000 euros esta actuación, con la que se pretende poner en valor los restos de las épocas taifas, almohade y renacentistas hallados anteriormente, eliminar aquellos que no sean de gran valor y facilitar la visita de pacenses y visitantes con la instalación de una pasarela metálica elevada y atriles informativos, según explicó ayer el concejal de Turismo y Patrimonio Histórico, Jaime Mejías.

Estos trabajos, que dan continuidad a los realizados hace dos años, los está ejecutando la empresa Salmer Cantería y Restauración y en los primeros días ya ha salido a la luz un hallazgo destacado: la solería del patio del palacio de Hernán Gómez Solís, del siglo XVI, que ha aparecido bajo una zona de escombros relativamente reciente, que inicialmente se están retirando con una máquina y después se continuará de manera manual. «Es un suelo de patio magnífico, de ladrillo en espiga», valoró Juan Antonio Ramírez, arqueólogo de la empresa adjudicataria y director de la intervención. En el solado también se conserva el lucernario que daba luz a los sótanos que hay bajo el mismo. El patio tiene unas dimensiones considerables y, a juicio, del arqueólogo, junto al palacio y las caballerizas, «es un conjunto con muchas posibilidades», resaltó. De momento, no hay planes para recuperar este edificio, que presentan un buen estado de conservación, pues las prioridades se centran en la restauración del lienzo de la muralla, ya en marcha, y de las ermitas, cuyo proyecto volvió a reclamar Mejías a la Junta. 

Solado de ladrillo en espiga del patio del palacio de Hernán Gómez Solís, que se está dejando al descubierto. ANDRÉS RODRÍGUEZ

Una vez se termine con el patio, las tareas continuarán por la parte de las excavaciones hechas en los últimos años, donde están los restos de estructuras taifas (patios y albercas de los palacios), las casas del periodo almorávide y construcciones del siglo XVI, que necesitan, sobre todo, consolidarse, dando prioridad a las más deterioradas. Tras la restauración, se colocará una «hilada de sacrificio» (recrecer los muros) para protegerlas de las inclemencias. En esta parte donde se colocará la pasarela elevada, para que los visitantes puedan observar más de cerca estos vestigios. 

En la otra zona en la que se intervendrá, es donde se encuentran los que se suponen talleres o casas almohades por los materiales hallados durante su excavación, donde se tratará de delimitar la estructura interna de estas construcciones y resolver un problema de aguas pluviales desviando un canal en superficie, que vierte ahora junto a estos restos.

Yacimiento del barrio artesano, junto a la puerta de la Coracha, en el que también se intervendrá. LA CRÓNICA

«La alcazaba es una joya arqueológica y arquitectónica. Tiene unas posibilidades inmensas y queda mucho por excavar, pero hace falta mucho tiempo y dinero», destacó Ramírez. La intervención tiene un plazo de tres meses, por lo que la previsión es que acaben antes de final de año.