El Centro de Protección Animal de Badajoz vuelve a estar a tope. Una treintena de perros ocupan en estos momentos sus cheniles, frente a los 9 que había por estas fechas el verano pasado. Esta cifra, pese a ser más preocupantes, se corresponde más a las registradas durante el periodo estival en años anteriores, salvo el pasado coincidiendo con la pandemia de la covid-19, cuando no solo hubo en las instalaciones muchos menos canes, sino hasta lista de espera para adoptar, según recordó Carlos Rosa, responsable de la perrera municipal. 

Pese al incremento del número de perros que llegan a este centro tras ser abandonados, la concejala de Protección Animal, Lara Montero de Espinosa, confió en que el número descienda a partir de septiembre, cuando espera también retomar las actividades para fomentar que los ciudadanos acudan a las instalaciones y se animen a adoptar. Antes de la pandemia, por estas instalaciones pasaban unas 200 personas cada semana. 

«El verano es una mala época», reconoció la concejala, quien recordó que, desgraciadamente «la logística de la familia y las vacaciones hacen que aumenten los abandonos». Esta situación cíclica es familiar para el centro, como lo son también el fin de la temporada de caza o el pico de abandonos de mascotas adquiridos en Navidad que tienen lugar a principios de junio. «Estamos recogiendo uno o dos perros cada semana», señaló Rosa. «La gente en estas fechas no está pensando en adoptar» añadió, confiando también en que la situación cambie tras el verano.

Desde que la clínica veterinaria Clinivex asumió la dirección técnica de la perrera en 2019, según su responsable, el movimiento de adopciones aumentó significativamente con dos compromisos claros: acoger a todo tipo de animales y el sacrificio cero. Ambos se han cumplido hasta ahora. El centro tramitó más de 100 adopciones a lo largo del año pasado, a la vez que aumentaron los animales no domésticos o exóticos a los que dio refugio. «Ahora mismo, el perro que más tiempo lleva aquí son 6 meses», apuntó Rosa, quien comparó esta situación con otros animales, que hasta han pasado 4 años en el centro antes de ser adoptados.

Las instalaciones cuentan con 22 cheniles, que se ocupan con un can o dos «como mucho» cuando las circunstancias lo requieren. Rosa destacó que en la mayoría de ocasiones esta situación se puede evitar gracias al «compromiso y sacrificio de un equipo muy activo» que forma parte de la iniciativa Ayúdanos a ayudar. «Es casi una cadena de favores», aseguró Carlos Rosa.

Gatos

Entre sus eslabones, además de Clinivex, se encuentran diferentes ayuntamientos y asociaciones protectoras como es el caso de Ancat, que colabora en la adopción de felinos. Estos, al contrario que los perros, cuentan con más casas de acogida. «Hay más gente que apadrina gatos de forma temporal», justificó Montero de Espinosa, quien explicó que a estos animales es más complicado mantenerlos juntos en las gateras. «Tienen más enfermedades que se transmiten entre ellos, pero que no pueden contagiar a las personas», dijo. 

Donación de alimentos

El Corte Inglés realizó el pasado viernes una nueva entrega de alimentos a la perrera. Esta iniciativa forma parte del acuerdo firmado entre el entro comercial y la Concejalía de Protección Animal, que se prolongará todo agosto y que sólo en su primera remesa sumó 100 kilos de alimentos para los animales del centro. «No es sólo pienso para perros, sino también para gatos, y otros tipos de alimentos que son más caros o difíciles de conseguir», explicó Carlos Rosa, que resaltó la importancia de este tipo de ayudas, pues el dinero que ahorran en piensos podrá emplearse en otras áreas que beneficien a los ‘inqulinos’ del centro.