No ha sido posible y parece que finalmente los 38 enfermos mentales del centro de las hermanas Hospitalarias en la calle Menacho de Badajoz (8 de ellos están en un piso supervisado) serán trasladados a la residencia Caser de Olivenza, a la que el Servicio Extremeño de Atención a la Dependencia (Sepad) adjudicó el contrato.

La medida cautelarísima solicitada por las Hospitalarias para evitarlo ha sido desestimada por el Tribunal Superior de Justicia de Extremadura (TSJEx). Las Hospitalarias creían justificado paralizar el traslado cuando han presentado un recurso contencioso-administrativo contra la resolución de la Comisión Jurídica de Extremadura, que no atendió sus razones. Según recoge el auto del TSJEx, que en este caso se está impugnando en el fondo la adjudicación de un contrato y pese a los argumentos de las hermanas Hospitalarias, la resolución afecta desde un punto de vista económico, "sin que puedan tenerse en cuenta lo manifestado en relación a la salud de los pacientes". Da cuenta asimismo de la "escasa relevancia" de los informes aportados, pues uno lo firma un médico de la entidad que recurre, otro es muy breve y el tercero se refiere a otra que no es la demandante. Igualmente, según argumenta la decisión judicial, "no se considera que la presente causa revista una gravedad, relevancia y urgencia que hagan necesaria su tramitación sin oír a la parte demandada", en este caso el Sepad.

Los familiares no dan crédito pues no entienden que se antepongan criterios económicos al bienestar de estos enfermos. El Sepad comunicó ayer a los usuarios de este centro que el traslado se producirá el 25 de agosto. Según han trasladado las hermanas Hospitalarias a los familiares, quedan pendientes de resolución las medidas cautelares, sobre las que decidirá el mismo tribunal en septiembre por lo que alertan de que, si se aceptan, los usuarios tendrían que volver a trasladarse. Para estas cautelares, tanto las Hospitalarias como los familiares aportarán más informes psiquiátricos que apoyen la solicitud.