«Badajoz necesita una alternativa y la va a exigir». Así de tajante se mostró ayer el alcalde, Ignacio Gragera, respecto al cambio de ubicación del Centro Ibérico de Energías Renovables y Eficiencia Energética (Cieree), que ahora se construirá en Cáceres.

El pasado viernes, el alcalde de Badajoz calificó de «inadmisible» la decisión después de que Pedro Duque, ministro de Ciencia, visitase un día antes los terrenos cacereños donde se edificará el centro y anunciase que se desestimaba el de la capital pacense. «No puedo entender qué interés tiene el Gobierno en enfrentar territorios de manera absolutamente innecesaria. ¿Qué sentido tiene esto? ¿No hay otros proyectos que permitan dar sin quitar a los demás? », dijo el regidor en sus redes sociales.

Ayer, después de acudir a la presentación del programa ‘Veranos en la Rucab’, los medios de comunicación le preguntaron por dichas declaraciones y volvió a pronunciarse en los mismos términos: «No comprendo por qué los compromisos que se adquieren con esta ciudad y esta región en muchos casos se convierten en compromisos no cumplidos y duplicados», lamentó.

Gragera se refirió a la promesa que se hizo pública en enero de 2009, cuando el entonces presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el primer ministro portugués, José Sócrates, anunciaron en el marco de la cumbre hispano-portuguesa la creación de dos institutos de investigación «al más alto nivel»: uno dedicado a la nanotecnología y otro, a las energías renovables y a la eficiencia energética. Para el primero, la sede elegida fue Braga; para el segundo, Badajoz.

Gragera se empeñó en mostrar su apoyo a las inversiones en el norte de la comunidad -«estoy a favor de que el gobierno invierta en Extremadura y en la ciudad de Cáceres»-, pero manifestó su enfado por una decisión que provoca enfrentamientos «no entre ciudades, pero sí entre proyectos públicos»: «Creo que hay margen suficiente como para que se nos puedan dar respuesta a las peticiones de ambas ciudades sin tener que generar debates innecesarios entre nosotros». Por eso, dejó clara su intención de pedir explicaciones y exigir una alternativa para «compensar este proyecto fallido»: «Es una cuestión de justicia para la ciudad de Badajoz».