A las siete de la mañana de un sábado de julio, en el Casco Antiguo de Badajoz solo se escuchan pájaros, algún camión de la limpieza... y las explicaciones de la profesora de yoga Luisa Gutiérrez.

Ayer tuvieron lugar las dos primeras sesiones de esta disciplina espiritual, física y mental en la Alcazaba, una actividad que, según Jaime Mejías, concejal de Turismo del ayuntamiento, «da luz verde» al programa ‘Badajoz, la ciudad encendida’. Durante todos los sábados del mes de julio, veinte pacenses tendrán la oportunidad de ver amanecer y anochecer desde la Alcazaba

Fátima Testón, una de las asistentes a la sesión matutina de ayer, no duda ni un segundo en recomendar la participación en esta actividad: «Yo soy aficionada desde hace muchos años, pero hacerlo aquí viendo amanecer es una experiencia única. Nadie imagina que esto sea tan bonito al salir el sol, es perfecto para hacer yoga». Este año, de hecho es el segundo en el que participa: «Repito y repetiré».

Los miércoles de cada semana se abre el periodo de inscripción, y Gutiérrez, monitora al cargo de las clases, señala que las plazas se suelen acabar pronto. Ella, como no podía ser de otra forma, también anima a la ciudadanía a apuntarse, y no solo por sus beneficios -«proporciona un autoconocimiento respecto al mundo en el que se vive que le permite a uno posicionarse»-, también por la oportunidad de disfrutar de la historia de los monumentos que rodean los dos terrenos de la Alcazaba desde los que se realiza la actividad.

Los puntos de encuentro son la torre de Santa María por la mañana, y la explanada frente a la ermita del Rosario y la iglesia de la Consolación por la tarde. Desde allí, Gutiérrez les guía hacia el sitio exacto donde llevarán a cabo la clase, primero mirando hacia el este y más tarde, hacia el oeste.

De esta forma, se consigue combinar el «turismo de emociones y, en este caso, también el deporte, con el tema monumental y patrimonial, que para nosotros es fundamental reivindicarlo», apunta Mejías.

A Testón le gusta más la sesión matutina, orientada, según la monitora, al despertar de los sentidos. La vespertina busca todo lo contrario: pretende preparar el cuerpo para un estado de calma con el fin de iniciar el descanso.

La programación

El yoga será el protagonista de julio, pero en agosto le toca el turno al Fuerte de San Cristóbal, que acogerá su cita anual con las perseidas. A finales de ese mes, se dará a conocer la programación completa de esta nueva edición de ‘Badajoz, la ciudad encendida’, ya que es después del verano cuando llega el «plato fuerte». Mejías esperará hasta entonces para desvelar todas las actividades, aunque ya adelanta que durante todos los viernes y sábados de septiembre y octubre habrá actuaciones en distintos espacios monumentales de la capital pacense.

La música, la magia, el humor, el teatro y otras muchas disciplinas artísticas más invadirán numerosas zonas de Badajoz para que tanto pequeños como mayores disfruten de la ciudad de una forma diferente.