El vallado perimetral que ocultaba el emblemático edificio que fue sede central de la extinta Caja de Ahorros de Badajoz, en el paseo de San Francisco, se colocó en noviembre de 2019 y desde entonces, durante más de año y medio, toda la fachada ha permanecido oculta mientras el imponente inmueble se sometía a una importante obra de reforma, promovida por su nueva propietaria, Cajalmendralejo, que pretende ubicar aquí su sede provincial institucional. Las vallas acaban de ser retiradas y han puesto al descubierto una imagen totalmente renovada, más limpia, luminosa y accesible de todo el exterior. Las obras de reforma, aunque no han terminado, han entrado en su fase final y la previsión es que puedan concluir este verano.

Con ocho plantas, además de bajo y sótano, se han recrecido las ventanas, cuyo tamaño se ha unificado y alineado. En el bajo, por el paseo de San Francisco, se han abierto tres accesos con persiana. Los dos centrales corresponden a la entrada principal de la planta baja, donde Cajalmendralejo prevé abrir una sucursal, a la que se accede, como en el edificio antiguo, por una ancha escalalinata en dos tramos, para mayor comodidad. La tercera persiana más próxima a la esquina con la calle Rafael Sánchez comunica con una rampa que baja al sótano, donde se ha habilitado un espacio de aparcamiento, con pocas plazas, pues se ha previsto para dar servicio a la carga y de carga. Sigue existiendo la pequeña puerta lateral a la derecha, que comunica con los ascensores, que no se han movido. Esta entrada es ahora plenamente accesible y aunque tiene escalera en el interior para salvar la altura de la planta baja respecto a la calle, se ha colocado una plataforma elevadora, como la que existía en el antiguo edificio en la entrada principal, con el consiguiente impacto visual. Entre ambos accesos se ha dejado un hueco para el cajero automático.

Como curiosidad, se ha conservado el gran escudo de la ciudad que antes estaba colocado en la esquina izquierda y ahora se ha trasladado al extremo derecho, con las palabras Badajoz y Cajalmendralejo debajo, pero sin el marco que tenía el original reseñando el Monte de Piedad y Caja de Ahorros de Badajoz. El escudo, que antes podía parecer de piedra por la suciedad que llegó a acumular, es de aluminio y se iluminará por la noche. El nombre de la nueva propietaria aparece también sobre el edificio y en vertical en la parte derecha de la fachada del paseo de San Francisco.

En la entidad no confirmaron ayer cuándo se podrá poner en uso, hasta que no lo entregue la constructora, la empresa Cruzjara, de Almendralejo. El interior todavía está en obras. La planta baja nada tiene que ver con la anterior pues, a falta de «vestirla» y colocar todo el mobiliario, ahora es más diáfana y luminosa, no solo por la luz natural que procede de los grandes ventanales sino por la prolija iluminación artificial presente incluso en el ribeteado de las esquinas de las columnas.

Este edificio de San Francisco permanecía sin ningún uso desde que en junio de 2018 cerró la oficina de Ibercaja en la planta baja, la única que seguía abierta del inmueble, que estaba en venta desde 2012, después de que los servicios centrales de la entidad se trasladasen al edificio Badajoz Siglo XXI. A principios de 2017 Ibercaja se hizo con toda la propiedad al adquirir su parte a Fundación CB y en diciembre de 2018 lo compró Cajalmendralejo.

PASADO. Aspecto que presentaba el inmueble antes de la reforma. S. GARCÍA