Tras casi dos años de obras, la ciudad recupera el edificio de La Galera como recurso turístico y espacio multiusos para actos institucionales y actividades culturales. El inmueble ya rehabilitado se incorporará en breve a los monumentos abiertos para visitas libres del público, aunque su horario será más amplio que el del resto (fines de semana y festivos), pues se aprovechará que sus jardines ya abren a diario y cuentan con personal.
El alcalde, Francisco Javier Fragoso, visitó ayer el edificio acompañado por los concejales de Turismo, Cultura y Gabinete de Proyectos, Jaime Mejías, Paloma Morcillo y María José Solana, y la arquitecta municipal, Begoña Galeano, responsable del proyecto de rehabilitación. Durante las obras, que ha ejecutado Construcciones Olivenza, ha habido hallazgos arqueológicos de relevancia, como un tramo de muralla taifa del siglo XI en dos pequeñas salas contiguas a la nave principal o la barbacana de la muralla, en el exterior del inmueble. Ambos se han incorporado para que queden a la vista (el segundo ha obligado a modificar el proyecto y hacer una rampa elevada). También, tras eliminar el revestimiento, se ha dejado al descubierto el muro almohade del espigón de la Torre de Espantaperros en la nave principal, en la que se ha recuperado la cota original del suelo, que se ha sustituido por otro radiante y adaptado a los nuevos usos, pero manteniendo el mapa escolar de principios del siglo XX que apareció bajo el solado.
Las dos salas del semisótano también se han rehabilitado. En una de ellas, donde hay una gran roca, se ha habilitado aseos, y en la otra, se habilitará una recepción y una tienda de souvenirs, aunque podría tener también distintos usos. Con esta obra, en la que se han invertido 1,4 millones de euros, se ha mejorado la accesibilidad todo lo que ha permitido el terreno.
Fragoso destacó que la recuperación de este edificio es otra muestra «más» del esfuerzo que se ha hecho y se está haciendo para poner en valor el patrimonio de la ciudad.
