Doce hermandades de Badajoz, a través de un comunicado conjunto, mostraron ayer su rechazo al derribo del tejadillo que protegía la capilla cerámica de la Virgen María Santísima de la Amargura en la fachada del convento de Las Descalzas, que se encuentra en obras para devolverla a su estado original, así como a la «pretensión» de retirar la reja de forja que lo protege, «una joya del patrimonio histórico artístico que le da belleza y valor», según expusieron.

Las hermandades aseguran que se congratulan del interés de la comunidad de religiosas por rehabilitar la fachada del convento, que data del siglo XVII, pero instan tanto a las hermanas Clarisas como a las autoridades a conservar y restaurar tanto el retablo de la Virgen de la Amargura como el del Cristo de la Espina, que, además «de piezas de reconocible valor artístico», son elementos que forman parte «del patrimonio devocional y cofrade» de la ciudad.

En este sentido, las hermandades que firman el comunicado recuerdan que los retablos cerámicos del Cristo de la Espina y la Virgen de la Amargura, obra del artista de Almendralejo Antonio Navia, fueron colocados en 1942 y 1945, respectivamente, cuando la cofradía tenía como asesor al reconocido artista pacense Antonio Juez, quien se encargó de diseñar gran parte de los elementos patrimoniales de esta hermandad. 

En este sentido, sostienen que los altares cerámicos, junto con la rejería, faroles y tejadillo, fueron diseñados y colocados en la fachada del convento «como un conjunto único», que es «fiel reflejo» del regionalismo que afloró en Badajoz en esas décadas del siglo XX.

Las hermandades firmantes son la de San Roque, la Oración en el Huerto, la de La Estación, San Andrés, Santo Domingo, la Soledad, la Vera Cruz, el Santo Entierro, el Resucitado, la de Bótoa, San Isidro y la del Rocío.