Aún no hay una decisión definitiva, pero el Ayuntamiento de Badajoz y los feriantes ya han mantenido los primeros contactos para estudiar la posibilidad de que en la próxima feria de San Juan se puedan instalar las atracciones en el recinto de Caya. La semana que viene está previsto un nuevo encuentro en el se abordarán las condiciones en las que podría desarrollarse.

La portavoz de los feriantes, Rosa Morgado, reconoció que tanto en una primera reunión con la concejala de Festejos, Lara Montero de Espinosa, como en otra posterior con el alcalde, Francisco Javier Fragoso, ha visto «buena disposición» a su reivindicación de que puedan volver al ferial en junio y confió en que en la próxima se tome una decisión al respecto y se comience a trabajar en su planificación. Aunque aún falta más de mes y medio para la feria de San Juan, el colectivo reconoce que no pueden seguir en el «limbo», pues son necesarios muchos preparativos. No es de la de Badajoz de la única de las ferias de las grandes ciudades de la región de la que están pendientes: tampoco saben todavía si podrán trabajar en la de San Fernando de Cáceres, que se celebra a finales de mayo. También tienen prevista una reunión con responsables del ayuntamiento cacereño la próxima semana para que les comuniquen su decisión.

Los feriantes saben que si finalmente se celebran serán unas ferias «diferentes» y que su planificación requerirá un esfuerzo por parte de los ayuntamientos y de los empresarios del sector, «porque a todos lo que más nos preocupa es que sean seguras», aseguró Morgado. 

MEDIDASANTICOVID / En este sentido, recordó que la Consejería de Sanidad ha elaborado una guía con las recomendaciones que deben seguirse frente a la covid-19 en las atracciones de feria y en los parques de ocio, que se podrían complementar con otras medidas que estimasen los consistorios. En el caso de Badajoz, la amplitud del ferial, en el que no funcionarán las casetas, permite que las atracciones y puestos se pudieran repartir por una superficie mayor, posibilitando que el público circulara por espacios más amplios y evitando así las aglomeraciones. A esto último, según el colectivo, contribuiría que no hubiese una cola general para acceder al recinto de Caya y que los horarios de apertura fueran flexibles. 

  «La última palabra la tiene el ayuntamiento y lo que vamos a hacer es sentarnos y ver cómo se puede hacer en ferias de esta categoría, porque todavía no se ha celebrado ninguna», apuntó la portavoz de los feriantes.

En localidades más pequeñas de la provincia de Badajoz sí se está permitiendo que en sus ferias haya ‘cacharritos’. La primera fue la de Oliva de la Frontera y ya están confirmadas también las de Zahínos, Alconchel o Aceuchal, entre otras. Morgado señaló que aunque estas ferias son un «balón de oxígeno» para algunos empresarios, los que tienen atracciones grandes siguen en el dique seco, pues no es rentable para ellos acudir a poblaciones pequeñas, ya que en muchos casos solo ponerlas en marcha les cuesta entre 3.000 y 5.000 euros. «Necesitamos las ferias grandes», afirmó la portavoz del sector, quien recordó que la mayoría de feriantes llevan ya 20 meses parados (desde la Feria de San Miguel de Zafra del 2019). 

INCERTIDUMBRE / Estos negocios son familiares, por eso en muchas casas han estado meses sin ingresos. Algunos han podido recolocarse en otros trabajos durante este parón obligado y, aunque apuestan por la feria «porque es nuestra vida», no pueden abandonar esos empleos si no tienen la certeza de que podrán acudir a ferias grandes que garanticen su sustento.

Este diario solicitó ayer información a la Concejalía de Festejos sobre la posible celebración de una feria con atracciones en el ferial de Caya, pero emplazó a informar más adelante, una vez «haya avances más concretos en esta cuestión».