A sabiendas de que no hay tiempo que perder y que les mueve el mismo interés, se han movilizado y han decidido unirse y coordinarse para presionar a las administraciones a que tomen medidas para que el Casco Antiguo de Badajoz sea un barrio habitable «con todas las armas legales y legítimas» a su alcance. Este «consorcio de facto», como lo llaman, está integrado por la asociación de vecinos, SOS Casco Antiguo, la Cívica, Amigos de Badajoz, la Asociación Contra el Ruido Espantaperros, el Centro Comercial Abierto Menacho, la Asociación de Comerciantes, Emprendedores y Artesanos del Casco Histórico (Accho) y la Asociación de Empresarios de Casco Antiguo de Badajoz (Aecab).

Según explicó ayer el presidente de la asociación de vecinos, Javier Fuentes, es casual que el anuncio de este consorcio coincida con la polémica sobre el consorcio institucional, que también reclaman, aunque quieren que «vaya más allá», implique a las asociaciones y aborde todos los problemas, no solo la conservación del patrimonio.

Los representantes de estos colectivos comparecieron ayer ante la prensa para leer un manifiesto que recoge sus reivindicaciones, tras proclamar que están hartos «de ver la muerte agónica del barrio de todos». Así, señalaron y acusaron a todas las administraciones «por sus promesas rotas y sus proyectos olvidados». También «a los señores de la droga que campan a sus anchas», a los «especuladores que con su egoísmo y avaricia acumulan propiedades abandonadas» y a «esos pocos empresarios que a sabiendas de sus ilegalidades mantienen conductas egoístas eludiendo cualquier compromiso con el Casco Antiguo». Por todo ello, exigen el compromiso de todas las administraciones y agentes sociales para activar «un plan de choque» encaminado a erradicar «estas y otras lacras» y que las calles de este barrio se llenen de vida comercial seria y profesional, las esquinas de arte, las viviendas de familias y «nuestro barrio entero de vida sana».

Luis Pacheco, de SOS Casco Antiguo, explicó que cuentan con un «plan maestro» que irán desglosando en diferentes propuestas que tienen que ver con cambios de ordenanzas y el cumplimiento de las leyes y que presentarán en el ayuntamiento, la diputación y la Junta. Les gustaría tener la primera reunión antes de que acabe el año.

CONTRA LA ESPECULACIÓN / En concreto, van a exigir un plan de choque «duro» contra la especulación, de manera que el ayuntamiento se plantee expropiar solares o edificios abandonados. Según Pacheco, no hay inspecciones técnicas de propiedades en ruinas ni se aplica la Ley del Suelo. Calculan que puede haber 190 propiedades en el Casco Antiguo «secuestradas», pero no existe un catálogo oficial, que pidieron al consistorio y que la asociación de vecinos ha empezado a realizar y va a contratar a un abogado. El problema, según Pacheco, es que estas propiedades sin uso no solo no permiten que se instalen nuevos vecinos en el entorno, sino que sirven para todo lo contrario, pues se convierten en fumaderos, prostíbulos o basureros.

Insisten en la lucha contra el narcotráfico. Según sus datos, hay 42 puntos de venta de drogas «y eso es muy duro, en un único barrio». Estos colectivos agradecen el esfuerzo que hacen las fuerzas de seguridad y están a la espera de la puesta en funcionamiento las cámaras de seguridad y del cuerpo de la policía local (Giapol), pues saben que «más no se puede hacer».

Pedirán más dotaciones y reclaman un plan de comercio y empresarial que ponga en valor el tejido que puede mejorar sus calles con una oferta diferenciada. Urgen medidas para dejar de ser una Zona Saturada de Ruidos en el 2021. A este respecto, José María Iglesias, de Espantaperros, defendió que se potencie el ocio diurno en el Casco Antiguo y que el nocturno se traslade a los locales de la margen izquierda del Guadiana. En este sentido, Fuentes apuntó que la Junta y el ayuntamiento deben dotar subvenciones para ayudar a los empresarios a transformar o trasladar sus negocios pues quiso dejar claro que las asociaciones no quieren minar las inversiones realizadas dentro de la legalidad.