Los vecinos de la barriada de Tulio recibieron a principios de agosto al coordinador de Asociaciones del grupo municipal de Ciudadanos, a raíz de una petición de entrevista con el primer teniente de alcalde del equipo de gobierno, Ignacio Gragera; así como con el concejal de Urbanismo, Carlos Urueña; y la concejala de Fondos Edusi, Blanca Subirán, para insistir en las necesidades de los residentes en esa zona. El delegado de Cs «quiso conocer de primera mano nuestras necesidades y evaluar el estado actual del barrio, donde vivimos 40 familias desde hace 28 años», según manifestó a este diario el portavoz de la comunidad de propietarios de Tulio, Antonio Rosario.

El portavoz del vecindario le acompañó en una visita por el barrio, que se encuentra colindante con el Cerro de Reyes nuevo, y le mostró el estado de las calles, el pozo séptico comunitario y le explicaron que el agua limpia la cogen de los parques para las labores de casa, y para beber la compran embotellada. Los vecinos insisten en que no les consideren «ilegales cuando pagan el IBI y todos nuestros impuestos».

«El hombre nos pidió que le dijéramos las diez prioridades de nuestra comunidad, las necesidades más perentorias, pero yo le dije, mire, no serán diez, le diré solo dos, que son hacer las conexiones con las redes de abastecimiento de agua potable y de saneamiento», afirmó Rosario.

Pero, además, «él propio delegado nos dijo que él creía que poner algunos puntos de luz en las calles sería algo muy necesario», a lo que el presidente de la comunidad le respondió que «si viene el alumbrado, bienvenido, eso está claro; yo solo le he planteado lo verdaderamente urgente».

Además, explicó Rosario que «queríamos hablar con la concejala del Edusi porque hemos visto que no aparecemos para nada». Y añadió: «Le dijimos al delegado de Cs que el alcalde no está por la labor, que no se va a hacer nada; ya nos lo dijo, la última vez, cuando intervinimos en un pleno. Y nos comentó que Cs es un partido nuevo, distinto del PP».

El portavoz de la comunidad de propietarios explicó al delegado de Cs que «nosotros lo que no queremos es que nuestro barrio sea el hazmerreír de todo Badajoz, porque con fondos de la Unión Europea se arregló La Banasta y eso se hizo rápido, porque había interés. ¿Por qué este barrio se ve como ve sin que nadie se interese por él?».

Además, consideró que «es indecente ver a padres de familia portando tarras a los parques públicos a coger agua potable; es vergonzoso, y gastarnos un dineral en tarras de agua cuando ese dinero lo podíamos destinar a pagar nuestro recibo del agua. y por lo menos el ayuntamiento, o quien sea, recibiría ese dinero. Es una vergüenza».

La comunidad se planteó en su momento presentar una denuncia por la vía judicial para conseguir sus objetivos, pero, finalmente no lo han hecho porque, explicó Rosario, «no nos queremos meter en terrenos fanganosos para que este señor -el alcalde- nos crucifique de arriba a abajo». Un grupo de vecinos sí se congregaron en varias ocasiones ante el ayuntamiento y se manifestó en diciembre del año pasado.

Los vecinos confían en que «en septiembre» les visite Ignacio Gragera, «nos dijeron que tiene intención de venir al barrio para conocerlo in situ, aunque nos tienen que avisar, y vea el estado en que vivimos 40 familias».

Este diario pidió al ayuntamiento conocer la opinión del equipo de gobierno, cuyo gabinete de prensa afirmó que no hay constancia oficial ni se ha registrado ninguna petición de reunión por parte de este colectivo; que varios concejales están manteniendo reuniones con todas las asociaciones de vecinos; y que se estudia la posibilidad de acabar con todos los núcleos urbanos secundarios (NUS) de la ciudad.