El albergue juvenil El Revellín lleva más de 20 meses cerrado y aún no hay fecha para su reapertura. Según explicaron fuentes municipales, el pliego de condiciones para sacar de nuevo a concurso público la explotación de estas instalaciones, que se inauguraron en el 2013, continúa pendiente del visto bueno de Patrimonio, al que se trasladaron hace ya varios meses.

El alojamiento dejó de prestar servicio en octubre del 2017 y, pese a que la previsión inicial era que se reabriese en el primer trimestre del 2018, los plazos se han demorado, especialmente, por las modificaciones introducidas en el nuevo pliego de condiciones con respecto al anterior. Según argumentó en su momento el ayuntamiento, esta circunstancia requería de más tiempo para que fuese aprobado.

Una de las novedades que recoge el pliego es el sistema de beneficio conjunto. La primera adjudicataria recibía un canon anual (algo más de 217.000 euros) por parte del ayuntamiento, independientemente de que se registrasen o no usuarios en el albergue. El nuevo, sin embrago, incorpora el sistema de beneficio conjunto, lo que supone que este canon se reducirá entre un 20 y un 30% y la empresa adjudicatario recibirá el 40% de los ingresos por las pernoctaciones, mientras que el Ayuntamiento de Badajoz percibirá el 60%. Así, los ingresos del concesionario dependerán en parte de la ocupación de las instalaciones. Esta será la primera vez que se aplique esta fórmula en una concesión municipal.

Otro de los cambios es la duración del contrato, que será de cuatro años, prorrogable otros dos más (el primero era solo de cuatro años) y el peso de la oferta económica será menor que en el primer concurso. Tampoco se obligará a contratar a un número mínimo de trabajadores, pero sí se puntuará que se emplee a personas con discapacidad o se externalicen servicios con centros especiales de empleo.

También para compensar la reducción del canon anual se ha dotado al albergue juvenil de una cocina industrial para que disponga de restaurante y cafetería, cuyos ingresos serán íntegros para la concesionaria. Aunque se dará prioridad a los huéspedes, a quienes ofrecerá régimen de alojamiento con desayuno, media pensión o pensión completa, la parte de hostelería estará abierta al público en general.

Junto al albergue, el contrato incluye el mantenimiento del centro de asociaciones juveniles, que también permanece cerrado desde que en el 2017 cumplió el contrato con la UTE que explotaba las instalaciones y el ayuntamiento decidió no prorrogarlo hasta que se sacaran de nuevo a concurso. El ayuntamiento aseguró que esta situación no había generado ningún tipo de problemas, pues se habían seguido poniendo a disposición de estos colectivos las instalaciones de la sede de la Concejalía de Juventud, en Ronda del Pilar.

En el 2016, el albergue registró 1.771 clientes, un 30% más que el año anterior, y en el 2017, hasta su cierre el 24 de octubre, se hospedaron 1.262. La ocupación media en el último año no llegó al 10%. En el 2014, el ayuntamiento aprobó reducir las tarifas un 50% para hacerlo más competitivo respecto a otro tipo de alojamientos y albergues del entorno. Las personas con menos de 30 años pagaban 12 euros al día y los que superaban esa edad, 15 euros, sin distinción entre temporada alta o baja.