La Audiencia de Badajoz juzgará en las próximas fechas a un hombre acusado de agresión sexual a la hija de su pareja; y a ésta, madre de la menor, por tener conocimiento de ello y no impedirlo.

Los hechos ocurrieron en julio del 2014, cuando al terminar la relación de la mujer con otra pareja tras denunciarlo por violencia de género, ella inició una relación sentimental con otro varón, el ahora procesado, que se trasladó a vivir con ella a su domicilio, primero de modo intermitente y después permanente, según consta en el relato de los hechos de las conclusiones provisionales de la Fiscalía por esta causa, cuyo juicio fue pospuesto tras su suspensión.

Con la nueva pareja convivían dos hijos de él y la hija de ella, si bien uno de ellos se marchó posteriormente del domicilio.

LOS HECHOS, SEGÚN EL FISCAL / En una ocasión, al volver el hombre y la mujer de una fiesta, «una noche indeterminada del año 2014», el procesado, «aprovechando que la mujer se había ido a dormir, fue al dormitorio de la menor y con la intención de satisfacer su ánimo libidinoso, tocó los pechos de la menor, sus glúteos y sus genitales, por encima de la ropa».

Además, «cuando la menor le pidió que parase, el procesado, con la intención de menoscabar su paz y tranquilidad, le dijo que como lo contara se iba a enterar y que la iba a matar a ella y a su familia», según consta en el relato del fiscal.

Asimismo, «el procesado se bajó su pantalón mientras tocaba a la menor», hechos que «ocurrieron en varias ocasiones, sin poder determinar el número de veces, desde finales de 2014 hasta junio de 2016, mes en el que ocurrió por última vez», señala.

Continúa el relato diciendo que una de las veces, el hombre «le dijo a la menor que la mataría si contaba algo, con el fin de atemorizarla». También que cuando tocaba a la niña, ésta «se cubría con la sábana y le pedía que parase. Cuando no paraba, la menor salía corriendo y se escondía en el baño».

TOCAMIENTOS DURANTE UN AÑO / Cuando comenzaron los tocamientos, la menor tenía 11 años y cuando pararon tenía «12, a punto de cumplir los 13». Además, «en alguna ocasión, cuando salía en las noticias un tema de violaciones, el procesado le decía que ‘eso te voy a hacer yo a ti’».

La menor contó a su madre, la ahora procesada, los tocamientos de los que estaba siendo objeto, a lo que ésta «le contestó que era normal que él la tocara», según consta en el relato del Ministerio Público. Y añade que «a pesar de que su hija acudió a ella en busca de ayuda, la procesada no ejerció la labor de protección que se presupone de toda madre, exponiendo a su hija a nuevos abusos, pues no puso ningún obstáculo ni llevó a cabo ningún acto para evitar la actuación del procesado, pues siguieron compartiendo todo domicilio».

DENUNCIA Y PENAS SOLICITADAS / Entre finales de junio de 2016 y principios de julio de 2016, la menor se marchó con su padre y presentó denuncia en su compañía en agosto de ese año. Por un auto se impuso a los procesados una orden de alejamiento.

El fiscal solicita 10 años de prisión, 20 de prohibición de comunicar con la víctima, libertad vigilada otros 10 años tras la pena de prisión, además de 15 de inhabilitación para ejercer cualquier oficio relacionado con menores de edad, para él, «por agresión sexual agravada por parentesco a una menor de 16 años»; y 8 años y 6 meses, 18 años de prohibición de acercarse a la menor y libertad vigilada por otros 10, además de privación de la patria potestad en relación a su hija, para la mujer, «en concepto de cooperadora necesaria».