Todos los años por estas fechas se repite el problema, cuando los padres tienen que elegir el instituto donde quieren que sus hijos cursen primero de la ESO. Hay centros que acaparan solicitudes en detrimento de otros, por motivos que no siempre son objetivos, aunque comprensibles. Pero dar satisfacción a la demanda creciente en favor de determinados institutos está teniendo efectos colaterales en otros centros, que temen por su futuro. Es el caso del instituto San José, el único público al norte de la vía, en la margen derecha del Guadiana en Badajoz. El número de alumnos que solicitan este centro ha ido disminuyendo año tras año paulatinamente y su equipo directivo alerta de que, de seguir esta tendencia, acabará cerrando, con todo lo que ello implica, no solo que la ciudad pierda un centro con instalaciones bien equipadas, una inmejorable oferta educativa y un profesorado implicado como el que más, sino por lo que representa para el barrio en el que se ubica.

El instituto San José oferta para el próximo curso 80 plazas de primero de la ESO. Ha recibido solo 8 solicitudes. Cada año son menos. Su directora, María José Pascual, defiende con energía las bondades de este centro, pero reconoce que si no consiguen atraer alumnos es por «la ubicación que tenemos». La Administración tampoco está facilitando una solución, por la decisión de la Consejería de Educación de crear cada curso nuevas líneas en algunos institutos para contentar a los padres a pesar de que hay otros en los que quedan plazas vacantes. Eso supone que haya centros que se masifican a costa de que otros se vacíen, una situación que les perjudica a todos, «porque un centro masificado no es bueno para los alumnos ni para el profesorado».

De estas decisiones está siendo víctima el instituto San José. En la Margen Derecha este año se lleva la palma en cuanto a demanda el instituto San Fernando, donde sobran 37 solicitudes y los padres están reclamando a la Junta que abra una línea más. Ante esta situación, a la directora del San José le gustaría trasladar a estas familias las bondades del IES San José, porque la única forma de «levantar» este centro es que lleguen alumnos. Pascual ofrece a los niños que se quedan fuera del San Fernando «una atención mucho más personalizada», con clases más reducidas, de 15 a 20 estudiantes, y además se compromete a mantener juntos a los que procedan de una misma clase o colegio, «solo y exclusivamente para ellos». Todos los recursos estarán a su disposición, como en otros institutos «porque los profesores somos iguales».

La directora presume de que el San José organiza recreos lúdicos culturales con actividades «que pocos institutos tienen», desarrolla el proyecto Espacio Abierto, el Cuenta Conmigo, la radio, el programa Quédate, Actívate y el Impulsa. También Ámbitos en el primer curso de la ESO para facilitar el proceso de adaptación de los niños. Lo que hacen es agrupar las horas de forma que un mismo profesor imparte varias asignaturas en los ámbitos sociolingüístico y científico. En este instituto se imparte ESO, Bachillerato, FP básica y 15 ciclos formativos de grado medio, superior, on line, semipresencial y dual ( Administración y Gestión; Industrias Alimentarias; Fabricación Mecánica, Imagen Personal, Instalación y Mantenimiento, Madera Mueble y Corcho y Transporte y Mantenimiento de vehículos). Todo ello supone que «podemos ofrecerles un lugar donde pueden labrarse un futuro profesional», destaca la directora. Argumenta además la elevada participación en concursos y premios recibidos. Como el Tomás García Verdejo a las buenas prácticas educativas, que concede la consejería. Paradógicamente, lo recogieron el viernes. Todos los años participan en las olimpiadas de FP y consiguen medallas en las fases regional y nacional. Tienen becas Erasmus en grado medio y superior, certificado de calidad en la FP «que no todos centros la tienen» y trabajan con metodologías activas. Pascual tranquiliza por otra parte a los padres que temen que sus hijos se mezclen con los que ya son mayores de edad. Algo que no sucede porque no coinciden en el horario de recreo. Por otro lado, este centro cuenta con la opción de la recogida de alumnos a primera hora para la conciliación familiar, desde las 8 de la mañana (las clases empiezan a las 8.30 horas).

ZONIFICACIÓN MAL HECHA /La directora apunta que este centro compite con los concertados de la zona y dos institutos públicos: el San Fernando y el Castelar, que tiene doble zonificación y es elegido como segunda opción. Por eso, la crítica de Pascual parte de que «la zonificación está mal hecha». La consejería ha creado líneas nuevas en el Bioclimático y en el Bárbara de Braganza y si en lugar de esta último se abriese en el Moñino, se reubican allí los de Valdepasillas, los que sobran en el Zurbarán están más cerca del Castelar y los del San Fernando, en el San José.

El jefe de estudios, Ricardo Carrasco, insiste en que muchos padres tienen una idea errónea del San José, pero recalca que «ni en el centro hay problemas ni tampoco en los alrededores». Su porcentaje de conflictividad es bajo o nulo y no ha registrado ningún caso de acoso. «Existe un gran desconocimiento por parte de los padres, porque somos un centro normalizado que funciona perfectamente y lo único que nos falta es alumnado», insiste la directora. «¿Sería lógico que se abriese un nuevo aula en el San Fernando y nosotros cerrásemos?», pregunta.