Cuentan que a finales del 2015 el ayuntamiento les mostró el proyecto para reconvertir los abandonados espacios comunes en zonas verdes ajardinadas y asfaltadas con mobiliario adecuado y se comprometió a que la reforma comenzaría en enero del 2016. Han pasado tres años y los vecinos de los seis bloques con 96 pisos comprendidos entre la calle Mérida y la avenida Augusto Vázquez siguen esperando que el ayuntamiento se haga cargo de estos espacios, que son de propiedad privada pero de uso público, por lo que el suelo tiene que ser cedido al ayuntamiento para que pueda intervenir.

El portavoz municipal socialista, Ricardo Cabezas, convocó ayer a la prensa junto a estas viviendas para dar a conocer su situación. Lo hizo acompañado de Julián Ortega e Isabel Fernández, el matrimonio que lleva años reclamando al ayuntamiento que adecente este entorno, junto a otros vecinos. No es la primera vez que expresan su queja apoyados por el PSOE y cuando en otra ocasión lo hicieron, el concejal de Infraestructuras, Jesús Coslado, cuestionó que Ortega fuese portavoz de los afectados. Ayer aportó las firmas de los vecinos que lo acreditan como tal «oficialmente».

Cabezas lamentó que aun habiendo transcurrido casi toda la legislatura «nos volvemos a encontrar en el mismo sitio, con la misma situación o incluso peor», pues el paso del tiempo ha hecho mella en estos espacios, donde la suciedad se acumula en los acerados y los soportales, no hay jardines sino matojos, hay árboles con ramas rotas y caídas y las palmeras se han muerto por la acción del picudo rojo. El portavoz socialista criticó que en el último Plan de Impulso y en los anexos de inversiones de los presupuestos municipales «no haya tenido cabida el arreglo y el adecentamiento» de estos espacios. Ortega, por su parte, apuntó que los vecinos de estos pisos pagan «religiosamente» sus impuestos, por lo que «merecemos que vengan aquí a hacer algo» y a Coslado le reclamó que «cumpla su palabra» y lo reciba en el ayuntamiento.

Preguntado por esta queja, el alcalde, Francisco Javier Fragoso, manifestó que la única solución pasa por que los vecinos se pongan de acuerdo, renuncien a la titularidad y cedan el suelo al ayuntamiento, pues de no hacerlo, si actúa, estaría «prevaricando». Los vecinos aseguran que ya lo han hecho, pero alcalde recalcó que «no» han presentado toda la documentación. Sin embargo, en declaraciones a este diario en octubre pasado, Coslado aseguró que el problema del retraso se debía a la falta de personal del servicio municipal de Patrimonio, por la baja de una funcionaria, y en aquel momento confió en que se solucionase pronto, pues el servicio se ha podido rearmar con el trasvase de trabajadores de la Inmobiliaria Municipal.