El escritor y periodista Francisco Reyero visitó ayer la Feria del Libro de Badajoz para presentar Eastwood. Desde que mi nombre me defiende, un libro en el que sigue el rastro del legendario actor americano en su paso por España en la década de los 60 para rodar las tres películas que lo conviertieron en un mito del cine: Por un puñado de dólares, La muerte tenía un precio y El bueno, el feo y el malo, de Sergio Leone.

Clint Eastwood era solo un figurante cuando aceptó el ofrecimiento de Leone para protagonizar estas cintas y rodar en España. El actor, que entonces actuaba en una serie solo para subsistir, encontró en la propuesta la forma de huir de los problemas que atravesaba con su mujer --tenía un relación extramatrimonial-- y ganar algún dinero. Esa decisión «casual», casi por accidente, puesto que él tampoco era la primera opción del director italiano, dio un vuelco a su carrera, triunfando primero en Italia --de lo que se enteró por la prensa-- y después en Estados Unidos (de hecho se cumplen 50 años del estreno de estas películas en América).

Para rescatar esta historia, Reyero, además de consultar los testimonios escritos de la época, ha recogido los recuerdos de quienes tuvieron contacto con el actor durante su estancia en España, como los chóferes que lo llevaban de un lado a otro. Eastwood rodó en Madrid, Almería y Burgos. «De ahí obtiene su personaje, el que fundamentalmente hemos visto hasta Gran Torino: alguien lacónico, frío, distante, con un poso de humor soterrado y con algunos chispazos de humanidad», afirma Reyero. No fue fácil. Durante el rodaje de Por un puñado de dólares se agotó el presupuesto y el actor amenazó varias veces con marcharse. No lo hizo y, a pesar de los numerosos despropósitos, triunfó.

A pesar de ello, según el autor, por los testimonios recogidos no cree que Eastwood guarde un mal recuerdo de su paso por España, por lo que considera «inexplicable» que nunca haya regresado al país donde grabó las películas que le dieron la fama. Reyero comenta que se le ha querido rendir homenaje en numerosas ocasiones, pero no ha sido posible que vuelva, al menos «públicamente». «Ha vuelto al entorno, ha estado en Cannes o en Venecia, pero es sorprendente que al país que le dio la fama no haya tenido agenda para regresar».

El escritor, que viajó a Carmel (California), donde vive Eastwood, dejó un ejemplar del libro en su oficina para que se lo hicieran llegar. Contactar con el actor resulta casi imposible, pues es una persona muy discreta a la vez que enigmática.

Reyero ha escrito sobre otros personajes americanos como Sinatra o Donald Trump. En el caso de Eastwood, lo eligió porque «hay una historia que contar, que le puede interesar a la gente».