No sabe cuántas corridas lleva toreadas esta temporada, ni cuántas le quedan, pero de lo que sí es consciente el torero pacense Alejandro Talavante en que sus actuaciones en la plaza de toros de Badajoz esta feria han dado, y seguirán dando, mucho que hablar. Con el capote, sensacional, pero el día 24 se le devolvió un toro vivo al corral, y el 27 tampoco estuvo acertado con la espada.

-- En la última corrida el toro le dio un susto, ¿cómo se encuentra?

-- Con los golpes normales de la cogida de un toro, pero bien.

-- ¿Qué balance hace de las dos tardes que ha toreado en la plaza de Badajoz?

-- Creo que en las dos ha habido dos faenas muy importantes, han sido tardes en las que no he estado bien con la espada y en las que el público no se ha quedado indiferente. He dejado a un toro vivo y sé que la gente va a hablar de mí.

-- ¿Después de eso esperaba desquitarse en la corrida de anteayer miércoles?

-- No, me lo tomé como una tarde más y no como un desquite. La tarde del día de San Juan supongo que pasará a la historia y esta era otra tarde más y no se podía pensar en la anterior.

--¿Pasará a la historia porque es la primera vez en los 40 años de la plaza que se devuelve un toro al corral?

--Por eso y también por mi carrera. Creo que eso va a tener eco y lo recordará la gente.

--Hay quienes piensan que el presidente de la plaza actuó correctamente y otros que debería haber sido más benévolo. ¿Usted que opina?

--Que me demoré y que los avisos, aunque como es natural yo no puedo cronometrar el tiempo, llegaron cuando tuvieron que llegar.

--No es al primero al que se le devuelve un toro al corral, le ha pasado a grandes figuras.

-- Ha habido casos, pero mi carrera no está siendo muy normal y también tenía que pasar algo de esto. Aunque haya sido en mi tierra, lo que me molestó un poco. Quizás sea el destino el que me tenía preparado eso.

--A pesar de dejar vivo a su primer toro, el público premió sus faenas con aplausos antes de lidiar al segundo. ¿Se siente un torero querido por el público o mimado, como ha apuntado algún crítico?

-- El público cuando siente y cuando se entrega con uno es por algo, no por casualidad. A mí me ha elegido quizás como el mirlo blanco y ni mucho menos me mima, al revés, me exige como a una figura del toreo y se entrega cuando hago cosas de figura del toreo. Yo no soy un torero mimado, al contrario, me he criado en la dureza y llegué a Madrid con una mano delante y otra detrás el año pasado de novillero. Todo lo que tengo me lo he ganado yo.

--Se ha dicho que la espada es la cruz de Talavante. Su desatino en Badajoz, ¿tuvo que ver con su lesión en el codo, sintió presión o han sido malas tardes?

--No he tenido presión porque he toreado en plazas muy fuertes. Han sido estas dos corridas, aunque soy muy irregular con la espada y cuando engancho un toro bien, lo mato muy bien; y cuando no, pues lo hago muy mal. En ese sentido soy muy irregular, pero también porque soy muy nuevo y tengo solo un año de alternativa.

--Un edificio de Badajoz llevará su nombre, ¿le ilusiona?

-- Me sorprendió. Para mí es un orgullo.