El Badajoz afronta este viernes (21.00) en Talavera de la Reina un nuevo partido que puede servir para despejar las mentes de futbolistas, trabajadores y aficionados del club durante 90 minutos. Tal y como está la situación a nivel extradeportivo y las consecuencias a nivel anímico y emocional que provoca esta coyuntura, el pitido inicial del árbitro es una válvula de escape a nivel mental para unos profesionales que llevan varios meses sin cobrar y que viven con el anhelo de que el panorama pueda cambiar a corto plazo.
Se trata de una situación que, cuando parece que va a arreglarse, siempre sufre un giro inesperado y vuelven a un lugar aún peor del que estaban inicialmente. Es la estructura de un guion que tiene unos renglones cada vez más torcidos y que atenaza a todas las personas implicadas durante 24 horas al día los siete días de la semana. Es por ello que la entidad blanquinegra aguarda con impaciencia cada día de partido.
Y es que, aunque durante el primer minuto de juego se realice una protesta para visibilizar ante el país y ante el mundo el sufrimiento que vive en la actualidad, una vez concluida esta reivindicación, ponen el foco en el fútbol. Así lo demostraron en León, pese a la derrota; durante más de una hora del encuentro ante el Racing de Ferrol en casa; y arañando un punto en el feudo de un segundo clasificado que tres días después asaltó la muralla inexpugnable de Riazor. Pese a que durante el partido la situación extradeportiva acabe afectando emocionalmente, no cabe duda que el hecho de que el balón ruede es una bendición para todo el badajocismo.
Firma de poderes
Respecto al panorama institucional, Luis Oliver, una de las cabezas visibles de la nueva propiedad, admitió el pasado lunes en la charla que mantuvo con Míster Chip a través de Twitch que esta semana se antojaba decisiva para poder desencallar la situación de bloqueo que se vivía en la entidad blanquinegra. En dicha conversación, habló de la importancia que tenía que la familia Parra firmara casi un mes después del anuncio de la venta el documento de ratificación de la venta y que también se pusiera rúbrica en los poderes notariales que harían efectivo el cambio de manos del club a nivel de gestión.
El mencionado documento de poderes notariales sería el que habrían accedido a firmar los hijos de Joaquín aún en contra de la voluntad de su padre, según ha podido saber este periódico. Esta rúbrica conlleva que, a partir de ahora, la gestión pase a manos de una nueva propiedad que ya podría empezar a invertir, aunque faltaría aún una ratificación que el propio Joaquín Parra se muestra reticente a firmar.
Encuentro vital
Los blanquinegros tienen un compromiso de vital importancia ante un Talavera que en estos momentos marca los puestos de salvación. El técnico Isaac Jové, que para este encuentro tiene la única de Jilmar, fijó la permanencia como primer objetivo a conseguir hace apenas una semana y de ahí que conservar o incrementar la ventaja ante este rival pueda considerarse un paso adelante en este sentido. Las últimas visitas blanquinegras a El Pardo se saldaron con sendas victorias, al igual que el de la primera vuelta.
Talavera: Rubén Miño; Choco; Vicente Romero, Bourdal, Góngora; Ceberio, Jordi Ortega, Toño Calvo, David Añón; Dani Pichín y Ernest Forgàs.
Badajoz: Gonzalo; Dani Fernández, Pardo, Gorka Pérez, Josema Gallego; Miguel Núñez, Isi Gómez, Adilson, David Concha; Aquino y Gorka Santamaría.
Árbitra: Huerta de Aza (Canarias).
Estadio: El Prado.
Hora: 21.00.
