El Badajoz intenta poner el foco en lo deportivo y mantener toda la normalidad posible en una semana en la que la Guardia Civil ha dado a conocer este miércoles los detalles de la denominada operación Benzinium, en la que Parra desvió presuntamente más de 3 millones del fraude de IVA en la venta de gasolina al propio club, y por la que ingresó en prisión a finales del pasado mes de julio. El club no ha modificado ni un ápice su actividad habitual y desde dentro de la entidad blanquinegra se asegura que siguen esperando la autorización por parte de la justicia para poder cerrar la venta.
A la afición blanquinegra, por su parte, cada vez le cuesta más mirar hacia otro lado en un panorama en el que, pese al optimismo que se ha generado con la posible respuesta de la justicia, sigue siendo incierto. Los hinchas, que en un principio tuvieron posturas dividas cuando empezó la tempestad extradeportiva, entre los que pedían prudencia y paciencia y que apelaban a una posible presunción de inocencia de Joaquín Parra y los que desde un principio apostaron por la venta como única solución posible. Con el paso de las semanas y el transcurso de los acontecimientos, este segundo grupo se fue haciendo cada vez más numeroso, hasta que en las fechas actuales existe una unanimidad manifesta con que la operación se lleve a cabo cuanto antes.
Según ha podido saber este periódico, Daniel Tafur habría estado negociando la compraventa del club desde el mes de agosto y esta finalmente habría sido presentada en el juzgado a principios de octubre. Aunque este acuerdo parece bastante avanzado, aún faltaría la firma de un Joaquín Parra que tendría que aceptar vender desde la cárcel.
Lo ideal para el club es que la operación se pueda llevar a cabo antes de finales de año para llegar al mercado de invierno con garantías, aunque en el tramo final del pasado verano ya se firmaron jugadores. Otro motivo de peso es el de velar por la viabilidad de un club que, pese a seguir logrando patrocinios, necesita una estabilidad que no tiene ahora mismo.
