Mirando únicamente el resultado, el Badajoz cayó en el feudo del Deportivo por la mínima, se quedó sin sumar un solo punto y vio cómo su imbatibilidad en el inicio de liga se detenía en 300 minutos sin recibir gol después de encajar el tanto de Quiles a la media hora de juego. Si ocho días antes, frente al Dux, la mejor noticia para los blanquinegros era el marcador, frente a los gallegos, los números eran la nota negativa de un encuentro muy serio. «El partido solo ha tenido un color: el amarillo», manifestó el técnico Óscar Cano tras un duelo en el que los pacenses estrenaron su equipación alternativa en la que este color es el claro protagonista.

El entrenador andaluz, preguntado tras la conclusión del choque si el triunfo deportivista vino marcado por una mayor eficacia, respondió afirmativamente, aunque con muchos matices: «Cuando hablamos de eficacia parece que ha sido un partido de ida y vuelta en el que anota el que más acierto tiene y ellos han aprovechado la única que han tenido». El gol local, que llegó al filo de la media hora, fue prácticamente la única grieta que los coruñeses encontraron a un rival que a los puntos fue mejor. Pero como el fútbol no es boxeo, los pacenses no pudieron arañar nada positivo en este desplazamiento.

Cano, además, sacó pecho por la gran actuación que sus jugadores cuajaron en la que, para muchos, es la plaza más complicada de toda la competición. «Estando así podemos competir contra cualquiera. Podemos decir que el Badajoz es uno de los equipos más importantes de la competición», afirma. El preparador pudo resumir en una intervención la conclusión que saca el grueso de la afición blanquinegra sobre este partido: «Creo que los entrenadores tenemos que hacer un ejercicio de abstracción con lo que es el marcador final. Muchas veces ganas y hay una derrota interna y otras veces pierdes y sabes que siguiendo ese camino, al final, vas a obtener una victoria».

El Badajoz, que ha mejorado notablemente sus prestaciones con respecto a anteriores encuentros, sí que sigue adoleciendo de una asignatura pendiente que debe mejorar en sus próximos compromisos: de los tres goles que han marcado en cuatro partidos, todos ellos han sido en su feudo y dos de ellos han sido desde el punto de penalti. Por tanto, los blanquinegros tendrán una oportunidad el próximo sábado en Irún para poder afinar en este ámbito, ya que aún no han puesto rúbrica a ningún tanto lejos del Nuevo Vivero.