El Badajoz comienza a ver las palmeras de la playa en una travesía llena de zozobra. Aunque aún le resta distancia para alcanzar la costa y el mar sigue revuelto, los blanquinegros poco a poco empiezan a tener motivos para el optimismo. Tras más de 40 días de agonía, en el Nuevo Vivero ya llueve menos. En las últimas jornadas de mercado se pudieron dar algunas bajas para aligerar la carga salarial y se fichó, a priori con inteligencia, aunque deberá ser la pelota la que dicte la conveniencia o no de los refuerzos.
Los movimientos de Dupi han sido alabados por todos, así como el final de la pretemporada y comienzo de la competición de los jugadores de Óscar Cano, terminando el estío con buenas sensaciones y arrancando la liga con más buenas noticias que malas, aunque el director general, Jorge Echave, podría haber sido cesado, según Canal Extremadura TV, algo sobre lo que no se pronunció el club.
Para resolver el mayor de los problemas, que es la venta del club y la llegada de nuevos propietarios, aún queda, pero lo cierto es que el Badajoz ha salvado una de las mayores urgencias que tenía en las últimas semanas, abonando a los jugadores y cuerpo técnico una de las nóminas pendientes. Al haber trabajado durante los meses de julio y agosto, aún queda otra mensualidad por satisfacer.
Sobre estos temas que componen la actualidad del Badajoz se ha pronunciado uno de sus capitanes, el guardameta Jesús Limones, quien no ha recibido un gol en los primeros 180 minutos que se han disputado. «Tenemos un vestuario formidable y en lo deportivo va todo bien. Están saliendo las cosas en un buen comienzo de liga», afirma.
El cancerbero no es muy de ponerse medallas, y asocia la portería a cero en los dos primeros encuentros a un mérito colectivo. «No haber encajado goles habla muy bien del trabajo defensivo del equipo. Te ayuda mucho tener diez tíos por delante que defienden como leones», explica.
Pese al comienzo satisfactorio que ha tenido su equipo, Limones advierte de la dificultad que entraña esta categoría. «Esta temporada no va a haber partidos asequibles ni en los que seamos favoritos. Cada fin de semana es como un playoff de ascenso y nosotros estamos mentalizados de que esto va a ser así».
Su llegada se ha producido en uno de los momentos más convulsos de la historia reciente del club. Pese a ello, agradece que la hinchada se haya mantenido fiel, aunque sabe que le van a pedir que se esfuerce al máximo. «Cuando estás en equipos con aspiraciones, debes saber que tienes una afición exigente». El meta, además, se mostró orgulloso de ser uno de los portadores del brazalete de capitán.
Lo que sí parece tener claro el nuevo dueño de la portería blanquinegra es que no se va a comparar con ningún predecesor. Tenga el nombre que tenga. «Si te soy sincero, no pretendo hacer olvidar a Kike Royo. Yo vine aquí por un proyecto deportivo que me gustó y que es ambicioso», sostiene.
Como parte del vestuario, Limones no ha ocultado la sensación de desahogo que ha producido en el grupo el poder percibir una de las nóminas pendientes. “Nosotros somos futbolistas y vivimos de esto. No es plato de buen gusto trabajar sin cobrar. Se agradece que todo se haya solucionado y así podamos estar pendiente de lo deportivo”, declara.
Este viernes a las 19.00 horas en el Nuevo Vivero tendrá una nueva oportunidad de prolongar su buena racha ante el Dux Internacional Madrid en un choque en el que Joan Truyols estará disponible.
