Opinión | el chinero

La raíz de Los Pinos

Gallardo ha abierto una brecha ya cerrada que da qué pensar sobre sus verdaderas intenciones. Ni siquiera es su dinero

El ala del antiguo Hospital Provincial donde se ubicarán Los Pinos.

El ala del antiguo Hospital Provincial donde se ubicarán Los Pinos. / SANTIAGO GARCIA VILLEGAS

Si Los Pinos fuese un bosque urbano en cuyo terreno el Plan General Municipal de Badajoz tuviese prevista la construcción de viviendas, hace tiempo que los árboles habrían sido derribados y cortados de raíz. Si Los Pinos fuese un parque con ejemplares de hoja caduca que tanto ensucian en otoño, hace tiempo que habrían sido sacrificados. Pero Los Pinos no son un pulmón verde en medio del asfalto. Los Pinos solo es un centro de salud cuyo traslado está pendiente desde diciembre de 2018. Sólo han pasado cuatro años y medio desde que el Servicio Extremeño de Salud (SES), por su cuenta y riesgo (nunca mejor dicho), informó y reconoció los daños que presenta el edificio de Ronda del Pilar y anunció su traslado. Desde hace cuatro años y medio el SES sigue afirmando que el inmueble no corre un peligro inminente y que, por lo tanto, su reubicación no es urgente. Entre tanto, pacientes y trabajadores observan de reojo y con cierto recelo las grietas de sus muros, que están monitorizadas para conocer cómo progresan, como enfermos en la Unidad de Cuidados Intensivos.

En todo este tiempo, tres administraciones y dos asociaciones de vecinos han estado inmersas en dimes y diretes sobre cuál sería la mejor ubicación del centro de salud que atiende la zona centro de Badajoz. La primera opción que barajaba la Consejería de Sanidad (del saliente José María Vergeles) fue construir un centro de salud nuevo y a la espera estuvo de que el ayuntamiento cediese una parcela.Pero el entonces alcalde popular Francisco Javier Fragoso no estaba por contribuir a la causa y, tras mucho hacer esperar a la Junta, su respuesta fue que ninguna de las disponibles en la zona de salud tenía superficie suficiente. En aquel momento, los vecinos del Casco Antiguo y de Pardaleras tenían en la retina el antiguo Hospital Provincial, donde estuvo en tiempos su centro de salud y donde querían y quieren que vuelva, por ser el lugar más equidistante para la población que abarca.

La diputación, propietaria del inmueble, se hizo de rogar. Tampoco la consejería estaba por la labor en un principio. Costaba más el collar que el perro. Más rehabilitarlo que construir uno nuevo. Sanidad se entretuvo con estudios que alargaban la decisión: que si el edificio de las traseras de Correos, que si una reubicación provisional en el hospital Perpetuo Socorro. Hasta que finalmente la Junta y el presidente de la diputación, Miguel Ángel Gallardo, cedieron y aceptaron Los Pinos en el antiguo hospital, rehabilitado parcialmente con cargo al organismo provincial. No así el ala que se reserva para el centro de salud, la que tiene fachada por la calle Sor Agustina, que compartirá con la Escuela de Idiomas.

Por fin, cuatro años después de que el SES reconociese que había que ir buscando un sitio donde reubicar Los Pinos, el pasado 27 de enero el pleno de la diputación aprobó por urgencia y unanimidad la cesión de una parte del antiguo hospital a la Junta, para el centro de salud y la Escuela de Idiomas. Será una cesión de uso gratuita por 75 años con una condición: que las obras comiencen en un plazo máximo de 7 años. Tanto se ha alargado el proceso, que al SES no le quedaba más remedio que buscar un lugar provisional, que no es otro que las traseras del edificio donde está ahora. Como también se tiene que acondicionar y Sanidad no acaba de terminar el estudio de las condiciones en que se encuentra, puede que esta obra coincida con las del hospital. El mayor de los sinsentidos, al que se ha añadido otro esta semana. Gallardo se despacha ahora con que no está de acuerdo con el traslado de Los Pinos al ala del viejo hospital, con el viejo argumento de que será una obra costosa. El presidente vitalicio reabre una brecha cerrada, que da qué pensar sobre sus verdaderas intenciones. Últimamente va de verso suelto y libre. Pero en esta polémica se ha quedado solo. Eso le da igual. Ni siquiera es dinero de la diputación. Busca titulares y sabe cómo y dónde encontrarlos.

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