Perdonen si soy muy directo en mi columna de hoy, pero creo que no hay actuación más importante en las próximas semanas para el futuro de Extremadura, y de todo el Oeste de España, que conseguir que el Gobierno pida a la Unión Europea antes de finalizar el año que el tramo ferroviario entre Plasencia y Salamanca se incorpore al Corredor Atlántico en la Red Básica de la Red Transeuropea de Transportes (RTE-T), permitiendo conectar en red sus vías principales y, con ello los Puertos Atlánticos de la Península, como están los del Mediterráneo y resto de Corredores Europeos.

Es algo muy sencillo y fácil de conseguir, si actuamos con unidad y contundencia entre todos. Ya no tenemos tiempo para muchas discusiones, matices, protagonismos ni más debates y estudios. Si se quiere, está más que argumentado y justificado. Antes del 31 de diciembre tiene que tomarse esa decisión y comunicarla formalmente a la UE y ,de momento, no lo ha hecho ni parece que tenga voluntad de ello.

El pasado mes de diciembre de 2021, la Comisión Europea presentó al Parlamento Europeo y al Consejo de Europa una propuesta de revisión de la RTE-T que, tras distintos procesos de validaciones durante 2022, debe decidir en 2023 sobre su aprobación. Entre las propuestas presentadas estaba la eliminación de la conexión ferroviaria de la Red Global de la RTE-T del tramo Plasencia a León. Este tramo de vías está cancelado desde finales del siglo XX, pero su mantenimiento en la Red Global Europea permitía mantener expectativas de su recuperación antes del 2050. Su eliminación suponía reducir significativamente cualquier expectativa de futuro, pues su inclusión condiciona la financiación europea de las vías y de otras infraestructuras logísticas y de transportes en su trazado y de la conexión en red de sus infraestructuras locales. Rápidamente se produjo una reacción desde distintos focos y el Ministerio de Transporte y Movilidad trasladó a la Unión Europea que se trataba de un error y reafirmaban la voluntad de que permaneciese en el Red Global, es decir la del 2050, como estaba hasta ahora, que es como decir nada.

Este viernes hay una jornada sobre logística en Plasencia, organizada por la Cámara de Comercio de Cáceres con el respaldo de las 12 Cámaras de Comercio de la Vía de la Plata y con el apoyo de diversos colectivos y un grupo de entusiastas voluntarios comprometidos. El objetivo genérico es argumentar y sensibilizar para seguir consiguiendo apoyos para recuperar este Corredor Oeste. Pero de los varios objetivos concretos, hay uno inmediato y que precisa una contundente acción unitaria y sin dilación: El Ministerio de Transportes y Movilidad tiene que solicitar a la Unión Europea la inclusión de este tramo entre Plasencia y Salamanca en la Red Básica Europea. Lo demás son otros requisitos de mucha utilidad. Y eso deberíamos conseguirlo entre todos. Es esencial para Extremadura y para todo el Oeste Ibérico. No podemos perder esta oportunidad.