Nuevo compromiso vital para un Santa Teresa que debe empezar a sumar si no quiere perder el tren de los puestos de cabeza. Tras haber podido lograr solo un punto de los últimos seis, y después de la eliminación copera, las pacenses visitan este domingo a las 12.00 al Pozoalbense, penúltimo clasificado, en lo que será un duelo especial para el técnico Manuel Fernández al enfrentarse a su antiguo equipo. «Para mí en lo personal es un partido emocionante por volver a la casa en la que estuve tantos años», asegura el preparador cordobés.

Las rojiblancas siguen teniendo bajas muy sensibles. Para este choque no estarán disponibles Karla Riley, Ana de Murga ni Rovirola. A estas bajas se une la de la sancionada Brenda, por lo que tendrá que afrontar este compromiso con un plantel algo escaso.

El Pozoalbense aún no sabe lo que es vencer en esta liga y los cinco puntos que acumula en la clasificación los ha obtenido a base de empates, aunque uno de ellos sirvió para arañar puntos al líder Cacereño. Por ello, el entrenador del Santa Teresa no quiere permitirse ni un ápice de confianza. «El rival tiene ganas y ambición de poder sacar un buen resultado», comenta Fernández.

El conjunto pacense, pese a estar en la undécima posición, sabe que una buena racha le puede permitir escalar posiciones rápidamente en una liga que está muy comprimida. Ante las andaluzas buscarán el que sería su primer triunfo lejos de Badajoz. «Hay que ganar para mirar los puestos altos más de cerca», sostiene el técnico rojiblanco en la previa al choque.

El Pozoalbense es un conjunto caracterizado por el alto ritmo que le imprimen a los encuentros, por lo tanto, Fernández cree que la receta para poder conseguir este triunfo pasa porque sus jugadoras salgan al césped enchufadas. «Tenemos que tener la máxima intensidad para traernos los tres puntos», concluye.