Tras un discreto inicio de temporada, donde tras la victoria en la jornada inaugural se acumularon varios resultados que no terminaron de llenar el ojo ni al equipo ni a la afición, el Santa Teresa se encuentra ahora en un elevado estado de motivación tras su triunfo en Copa de la Reina ante el Real Unión que le otorgó el pase de ronda en tierras canarias. Por si fuera poco, este momento de felicidad se ha visto incrementado por la ilusión de jugar en el Nuevo Vivero, donde este domingo se medirán a las 18:00 ante el Madrid B en un choque que ha sido calificado por el club como ‘Día de la Mujer, el Niño y el Abonado’, por lo que todos los que pertenezcan a estos colectivos podrán acceder de forma gratuita. No es la primera vez que la entidad rojiblanca juega en este escenario. Anteriormente ya lo habían hecho en Primera Iberdrola recibiendo a rivales como el Atlético de Madrid, el Albacete o la UDG Tenerife.

Las obras están paralizadas en las IDM El Vivero, habitual para el Santa Teresa, por lo que hasta no pueden disputar allí sus partidos ni entrenar. Hasta el momento se habían desplazado hasta el Eusebio Bejarano.

Se prevé un duelo muy parejo, ya que a ambos conjuntos solo los separa un punto. El cuadro madrileño está ubicado en la séptima posición tras dos triunfos, un empate y una derrota, mientras que las pacenses, pese a su condición de invictas, están dos puestos por debajo con un punto menos con una victoria y tres igualadas.

El técnico del Santa Teresa, Manuel Fernández, incidió en las diferencias entre el partido de Copa, donde consiguieron imponerse, y el choque de liga, donde solo pudieron sumar un punto. «En ambos partidos acumulamos muchas ocasiones, pero este miércoles marcamos primero y controlamos». Un mes después del inicio, este bloque, que se renovó totalmente, sigue perfilando su periodo de adaptación.