A pesar de tener una céntrica ubicación no es del todo fácil localizar este pequeño local que cuida su estética hasta el último detalle. Después de una notable progresión en los últimos años, se está haciendo un hueco entre los lugares destacados del desayuno. Su tostada ‘La ratona’ logró el tercer puesto del jurado popular del concurso Saborea Badajoz. Dicen que su cachuela no se repite.

La 'Ratona'

La Rosa de Alfre Andres R FOTOGRAFIA

La ‘Ratona’, con la que han alcanzado un tercer puesto en el jurado popular, lleva queso Philadelphia, rulo de cabra gratinado, mermelada de tomate y cebolla crujiente. También tienen ‘La Sabrosa’, con Base de salmorejo, huevos revueltos con queso, bacon crujiente y pimentón. Tostadas bastante grandes con varios tipos de pan. 

¿Cuál es el secreto para que su cachuela no se repita?

Nosotros se la encargamos a una carnicería de Nogales. Él dice que le pone laurel, así que ese puede ser uno de los principales secretos.

¿Y el de su pan?

Todo el mundo que viene nos dice que el pan está impresionante. Es cierto que ha subido un montón, pero es algo que ni hemos cambiado, ni lo vamos a cambiar.

¿Se les ha quedado pequeño el bar?

En la pandemia se quedó muy pequeño por la distancia de seguridad y las restricciones. A veces hay horas puntas en las que se junta mucha gente. Hay personas que no vienen porque piensan que no van a tener sitio. Tenemos entre dos y tres grandes oleadas de gente cada mañana. 

¿Cómo han encontrado a su público entre tanta competencia?

Hay mucha competencia, pero también hay muchísima gente. Es una zona de paso y eso nos da un importante goteo de personas. Otro aspecto importante para nosotros es darle un trato correcto y educado a cada persona que viene. Nuestros clientes del primer año aún siguen. Y otra cosa que nos alegra es que nuestra clientela tiene una gran relación unos con otros. Hay una pareja que viene desde Los Montitos solo para desayunar. Aparcan en la plaza de toros o en el colegio, se van a dar el paseo que el médico les ha recomendado, y vienen aquí a desayunar.

¿Penaliza a su negocio estar en una calle tan estrecha?

Es una calle estrecha que no ha sufrido modificaciones. Eso sí, el tráfico de gente es muy amplio. Cualquiera puede pasar por aquí a cualquier hora del día.

¿Qué les ha reportado el concurso?

Antes teníamos una clientela más fija. Y ahora lo que sí que notamos goteo de gente diferente. Nosotros decimos que no siempre puede entrar en el bar la misma gente. Ya el año pasado mucha gente llegó a creer que la sabrosa había ganado el concurso porque les parecía que estaba muy buena. Otro elemento que nos ha ayudado mucho han sido las redes sociales, que nos han traído a mucha gente.

¿Creen que su propuesta de desayuno es fiel a lo que se hace el resto del año?

Aquí ponemos tostadas que tenemos en la carta. Trabajamos con ingredientes que preparamos aquí todos los días, como el aguacate, el bacon o los huevos revueltos. No vamos a hacer cosas aquí que luego no tengamos capacidad para mantenerla. No tiene sentido. 

¿Viven solo del desayuno?

Tenemos carta para mediodía. Pero sí es cierto que el desayuno nos reporta mucho. En un local tan pequeño nos limita un poco, pero no nos gustaría movernos de aquí. Ahora mismo estamos muy a gusto con la clientela que tenemos.

Una historia de conciliación y un curioso juego de palabras

Josefina Vázquez lleva nueve años trabajando con su marido en la hostelería. Su puesto de trabajo estaba en un importante restaurante de la ciudad en el que trabajaban codo a codo. El hecho de poder pasar poco tiempo con su hija les hizo plantearse la posibilidad de trasladarse a otro local. Uno en el que ellos pudieran trabajar en su propio negocio para poder conciliar y tener horarios más compatibles para estar con su hija. La Rosa de Alfre está en pleno centro de Badajoz en una zona repleta de oficinas. Su hija se llama Rosa. Y el encargado del local es Alfre. Y de ahí, el juego de palabras.