El imán de Badajoz, Adel Najjar, está de regreso a su casa, en el barrio de El Gurugú. Viaja en estos momentos en autobús desde Madrid, donde esta mañana ha sido puesto en libertad tras pasar por la Audiencia Nacional. Ha querido hablar con los medios de comunicación de su región, para transmitir tres mensajes, sin entrar en detalles sobre la detención, relacionada presuntamente con la financiación del yihadismo en Siria. En primer lugar, expresa su "confianza absoluta en la justicia española" a cuya disposición se pone, "respetando la ley". En segundo lugar subraya: "Mi condena es absoluta a todas las formas de terrorismo, a la financiación o colaboración, lo he rechazado siempre y toda mi vida he mantenido una línea contraria". Porque, insiste, "solamente creo en un camino, que es del diálogo, el respeto y la paz".
Por último, Adel Najjar ha querido agradecer "el cariño de la gente". Esas personas, esos vecinos, esos conocidos a la que "quizá ha extrañado" lo que le ha ocurrido. Lo detuvieron la mañana del miércoles. La policía fue primero a la mezquita y después a su casa, de la que salió esposado y con la cara tapada. Se emociona cuando recuerda lo que ha pasado los últimos días. No habla más "por respeto a la ley" y porque no quiere decir algo inconveniente. En declaraciones a este diario ha querido recalcar que hoy ha comparecido ante el juez que al escuchar su declaración ha decretado su libertad, con medidas cautelares. El imán mide sus palabras porque evita decir algo que pueda perjudicarle o interfiera en la investigación. "Estamos hablando de un proceso de muchos años, que no tiene que ver personalmente conmigo".
No quiere equivocarse. "Mi confianza en la justicia es absoluta y me pongo a su disposición", reitera, sin entrar en el contenido el proceso. "Yo podría decir mucho, pero es mejor no entrar porque mi defensa no es a través de la prensa", señala. Sí le llama la atención que de las seis personas que han sido detenidas al mismo tiempo en una operación de ámbito nacional, el nombre que más haya trascendido haya sido el suyo.
Lo más importante en estos momentos para él es que está de vuelta con su familia, que ha permanecido en Badajoz estos días sin poder comunicarse con él. Esta mañana habló con ellos y con sus amigos, a quienes tranquilizó. A partir de esta noche, de mañana, espera que su vida siga siendo la misma. "Yo no estoy condenado, sigo con mi trabajo, nadie me ha pedido dejarlo, continúo con mi tarea y colaboraré con la justicia facilitando todo porque confío en ella".