La Diputación de Badajoz aún no ha decidido si abandonará el Consorcio Teatro López de Ayala, como avisó el martes, el día antes de que se reuniese su consejo rector, porque la Junta de Extremadura no había informado previamente sobre el cambio en la dirección del teatro. Hoy jueves, el presidente de la diputación, Miguel Ángel Gallardo, ha bajado el tono de la disputa y ha desvelado que tenía una llamada perdida y un mensaje previos a la reunión, de la consejera de Cultura, Victoria Bazaga, cuyo número no reconoció, por lo que no contestó y no habían llegado a hablar. «Lo que no significa que se podía haber puesto en contacto conmigo a través de otros medios», ha añadido Gallardo, en declaraciones a este diario.
El presidente de la diputación ha anunciado su intención de hablar con la consejera «y vamos a reflexionar sobre lo que ha pasado y sobre cómo tenemos que funcionar en el futuro», señaló. Gallardo reconoció que la decisión de cesar y nombrar altos cargos "es de la Junta de Extremadura" y «nosotros no entramos ahí». Pues entiende que cuando se llega a un gobierno y se tiene esa capacidad, «lógicamente tiene que ejercerla, para equivocarse o para acertar». Algo muy distinto es que cuando estos instrumentos se comparten, en su opinión, una fórmula de buenas prácticas es trasladarlo a la diputación, como se hace en otros foros. «Yo no voy a entrar en si esa decisión -el nombramiento de Paloma Morcillo como directora del López- es buena o mala, si la consejera tiene la capacidad de hacerlo, yo no tengo interés en nombrar a nadie».
Ahora bien, insistió en que no pueden acudir a un consejo rector sin conocer previamente qué se va a tratar «y ocurre muchas veces», aseguró. Su objetivo, por todo ello, «no es otro que el respeto y lealtad institucional» y a la diputación como institución «no se la puede despreciar». De todas formas, aunque no han decidido nada, lo «ideal», según dijo, es que la diputación continúe en el consorcio porque hasta ahora ha funcionado.