Un barco cosechador, denominado manatí, navega desde hace unos días por el Guadiana a su paso por Badajoz con un objetivo: despejar de nenúfar mejicano las aguas en las que se van a practicar piragüismo y vela. Se trata de un vehículo más potente que los anfibios (rana), pues tiene 12 metros de eslora y desplaza 14 toneladas, y además recoge las plantas segadas y las deposita fuera del agua. También su coste es mayor y, a diferencia del anfibio, solo puede trabajar en la zona más navegable del tramo bajo urbano.

No es la primera vez que la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG) lo utiliza - se usó mucho hace unos años para la retirada del camalote-, pero ahora a vuelto a incorporar este medio para reforzar la siega del nenúfar mejicano, a petición del Club de Piragüismo y una escuela de vela, que va a impartir un curso próximamente. 

La presencia de la planta invasora, que ya se extiende por 140 hectáreas, la mayoría en el Guadiana y principalmente en el tramo que atraviesa Badajoz, hace inviable la práctica de estas disciplinas deportivas.

La cantidad de planta que se retira con el Manatí varía en función de las horas de trabajo. Ahora mismo, según explicó la CHG, se están realizando jornadas ordinarias de unas 10 cargas y en cada una de ellas se siegan en torno a 2.000 kilos de esta especie invasora, es decir, alrededor de 20.000 kilos por día.

El barco cosechador se suma a las siegas de nenúfar que se vienen realizando periódicamente con los anfibios, una medida puntual mientras se decide qué otras actuaciones se llevan a cabo para tratar de erradicar esta planta invasora que cubre como un manto verde las aguas del Guadiana. 

Un operario corta la planta invasora con un anfibio, este lunes en el Guadiana. SANTIAGO GARCIA VILLEGAS

Actuaciones aún por decidir

En este sentido, según señaló el organismo de cuenca, en estos momentos se están llevando a cabo estudios técnicos y ambientales sobre procedimientos de erradicación, alternativas y repercusiones en la flora y fauna del entorno. De este modo, se va a tramitar un estudio de impacto ambiental para adoptar una decisión y, en función de este último, se elaborará un proyecto técnico para actuar, si así lo deciden las administraciones que tienen competencia: Gobierno central, Junta de Extremadura y Ayuntamiento de Badajoz.

Además, ya están en marcha las obras para construir unas compuertas en el azud de La Pesquera, con el objetivo de facilitar el tránsito de los sedimentos, que hacen que el nenúfar arraigue. También está previsto llevar a cabo una actuación similar en el azud de La Granadilla, que ya se ha licitado y que está pendiente de que el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico las adjudique.