Pedro T., el acusado de la muerte del jardinero Luis J. V, de 52 años, el pasado 29 de agosto durante una pelea a palos en Las Vaguadas seguirá en la cárcel. La titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Badajoz ha acordado este martes que se mantenga la prisión provisional, comunicada y sin fianza que ya decretó el Juzgado de Instrucción número 2 el pasado 31 de agosto, fecha desde la que permanece en el centro penitenciario de Badajoz como presunto autor de un delito de homicidio. Lo hizo tras tomar declaración al investigado, que compareció ante la magistrada por videoconferencia.
El abogado de la defensa, Enrique González de Vallejo, había solicitado su puesta en libertad sin fianza -o en su defecto con ella y acorde a su situación económica de su representado-, a lo que se oponían la fiscalía y la acusación particular, en manos de Juan Manuel Yerga.
En su mandato, la jueza sustenta su decisión de ratificar la prisión provisional y sin fianza en tres motivos: el breve tiempo transcurrido desde que el Juzgado de Instrucción número 2 dictó el auto para su ingreso en la cárcel, en que las circunstancias que llevaron a acordar esta medida no han variado en nada «sustancial» desde entonces y en la falta de la práctica de diligencias de investigación que considera «fundamentales».
Con respecto a estas últimas, se refiere a la declaración de los testigos -hasta la fecha solo Pedro T., ha comparecido en sede judicial- y al informe definitivo de la autopsia, pendiente de algunas pruebas complementarias, entre ellas, el análisis de tóxicos, que podría llegar al juzgado a finales de esta misma semana. Una vez practicadas y concluidas estas pruebas, se revisará la situación procesal del investigado, a quien, en función de los resultados, se podría suprimir o sustituir por otra medida menos gravosa la prisión provisional.
Asimismo, según el auto, la finalidad de mantener esta medida cautelar es la de asegurar la presencia del imputado en el proceso, «dada la gravedad de la pena que corresponde al delito que se le imputa». La instrucción está en ciernes y los hechos se calificarán por las partes en base a las pruebas que se practiquen. El homicidio se castiga con entre 10 y 15 años de prisión.
Recurso
Contra este auto cabe recurso de reforma ante la propia magistrada como de apelación ante la Audiencia Provincial de Badajoz. El abogado de la defensa decidirá si lo recurre o no, una vez lo haya analizado detenidamente junto su cliente, según señaló tras conocer la decisión judicial.
González de Vallejo apoyó la solicitud de puesta en libertad de su cliente en los resultados de la autopsia preliminar, que, según ha trascendido, apunta al paro cardíaco como causa de la muerte del jardinero y señala que no existe «causa-efecto» entre los golpes que recibió la víctima y su fallecimiento.
En su declaración ante la jueza, el investigado ha reiterado que no tenía intención de matar a Luis J. V., que fue una pelea consentida por ambas partes, debido a la elevada cantidad de alcohol que habían ingerido los dos durante las cuatro horas que permanecieron en la terraza del bar de Las Vaguadas, junto a otros dos varones, en el que se originó la disputa. «En ningún momento quiso matar a nadie, lo que aceptó fue una riña y la parada cardiorrespiratoria que sufrió la víctima fue algo fortuito e inesperado», ha insistido el letrado.
En este sentido, ha apuntado que el fallecido tenía problemas cardiorrespiratorios previos. «Quizás no seguía las pautas que le marcaba el cardiólogo, como no beber alcohol, que puede provocar una arritmia, hipertensión o un fallo cardiorrespiratorio», ha dicho.
González de Vallejo ha añadido que su cliente, que se encuentra «destrozado» anímicamente, realizó algunas «matizaciones» con respecto a su primera comparecencia en sede judicial el pasado 31 de agosto, cuando, debido «al alto nivel de estrés» que sufría, no recordaba parte de los hechos. «No se acordaba ni de cómo se llamaba el fallecido, se lo tuvieron que identificar», ha apuntado el abogado de la defensa, quien ha negado que su representado y la víctima fueran amigos o compañeros de trabajo, sino que eran «conocidos de tomar copas desde hacía tres o cuatro meses, pero no tenían amistad».
Por su parte, la fiscalía y la acusación particular expusieron prácticamente los mismos argumentos para oponerse a la puesta en libertad de Pedro T. Entre ellos, como recoge el auto de la jueza, que no han cambiado en «nada» las circunstancias desde que se decretó su ingresó en prisión a finales del mes pasado, así como que no se han practicado en el juzgado testificales «esenciales» para acreditar «tanto la voluntariedad como la consumación del hecho», ha expuesto el letrado de la familia.
"Valoraciones al aire"
Asimismo, Yerga ha subrayado que todavía no está el informe forense definitivo, que será el que determinará si el infarto fue o no provocado por los golpes que recibió la víctima. Pronunciarse sobre los resultados de la autopsia preliminar es, a su juicio, «hacer valoraciones al aire, porque no sabemos nada a ciencia cierta», ha señalado.
Lo que sí ha considerado «relevante» para el caso el abogado de la acusación particular es la intención del investigado cuando sucedieron los hechos, que se mostró convencido de que era «acabar con la vida del padre de mis representados», ha afirmado.
Está previsto que las declaraciones de los testigos en sede judicial se produzcan en los próximos días, incluida la del varón que fue detenido y puesto en libertad con cargos por amenazar a Pedro T. tras golpear al jardinero fallecido, del que era socio y amigo íntimo. Su abogado, Raúl Montaño, no se ha opuesto este lunes a la salida de la cárcel del imputado.