Organizado por la Fundación Telefónica

Un día para honrar el trabajo de 365

Usuarios de Down Badajoz y el colegio Nuestra Señora de la Luz celebran la Jornada del Voluntariado en La Granadilla

Una jornada lúdica y deportiva en La Granadilla.

Una jornada lúdica y deportiva en La Granadilla. / Andrés Rodriguez

Irene Rangel

Irene Rangel

«Vuestra labor se honra hoy, pero es un trabajo de 365 días. Gracias, gracias, y gracias», decía Israel Melado, presidente de Down Badajoz, micrófono en mano.

Las instalaciones de La Granadilla acogieron ayer la celebración del Día del Voluntariado. El acto estuvo organizado por la Fundación Telefónica que quiso reconocer la labor de aquellas personas que, de forma desinteresada, prestan servicio a distintas asociaciones. «La iniciativa también es para las personas de esta compañía: una vez al año, aquellos que lo desean dedican su jornada a hacer una actividad solidaria de voluntariado», explicó Guillermo Santamaría, director de la compañía en Extremadura.

Día del Voluntariado organizado por la Fundación Telefónica.

Día del Voluntariado organizado por la Fundación Telefónica. / Andrés Rodriguez

Más de una treintena de usuarios de Down Badajoz y el colegio Nuestra Señora de la Luz disfrutaron de una mañana lúdica y deportiva en la pista de atletismo, donde tenían preparados juegos de distinta dificultad. Bádminton, paracaídas, el jenga... todo dispuesto - con varias carpas preparadas por si la lluvia hacía acto de presencia - para el disfrute de usuarios y monitores.

Uno de los momentos más emocionantes del día se produjo cuando varios miembros del equipo directivo del Club Deportivo Badajoz regalaron pulseras a los presentes. «La labor desinteresada es la más bonita que se puede desarrollar», dijo su presidente, Luis Díaz Ambrona, y expresó su deseo de que todos visitaran las instalaciones del club porque «para todos, las puertas están siempre abiertas».

Guzmán, del Club Deportivo Badajoz, regala pulsera a los usuarios de ambos centros.

Guzmán, del Club Deportivo Badajoz, regala pulsera a los usuarios de ambos centros. / LA CRÓNICA

Paco Díaz, usuario del colegio Nuestra Señora de la Luz, buscaba con la mirada a María Pilo, su monitora de deportes, para seguir compartiendo el día tras los discursos institucionales. «María es muy buena conmigo aunque también nos mete caña cuando hacemos deporte. No quiero que se vaya», decía emocionado. Pilo, que estudió un grado medio de deportes , recogía el guante. «Es que estoy a punto de terminar mi etapa en el centro. Ha sido precioso», afirmaba. Durante varios meses, esta voluntaria se ha estado encargando de darles clases como natación, zumba o psicomotricidad. «Al terminar de estudiar, sentía esa cosita que me decía que tenía que poner mi granito de arena en este cole. Puedo garantizar que me han enseñado ellos a mí más que yo a ellos, sin duda», afirmó rotunda la voluntaria. 

María y Paco, voluntaria y usuario de Nuestra Señora de la Luz.

María y Paco, voluntaria y usuario de Nuestra Señora de la Luz. / LA CRÓNICA

Paco tira de María para volver a jugar. «Que me reconozcan la labor en un día como este me pone muy contenta, pero que ellos me quieran mucho y me pidan que no me vaya me llena más. Así se siente mucho más el reconocimiento».