La Junta de Extremadura está a la espera de que el Ayuntamiento de Badajoz le conceda la licencia de obra para sacar a licitación la construcción del nuevo colegio De Gabriel de la pedanía de Gévora, en el que se invertirán 4.385.985 euros. Según fuentes de la Consejería de Educación, la solicitud se presentó el pasado 1 de marzo (hace casi tres meses) y a fecha de ayer lunes aún no había recibido respuesta.

El ayuntamiento pacense ha aprobado de manera definitiva el estudio de detalle, pero, según recordó Educación, este trámite no habilita para contratar los trabajos, pues es imprescindible la licencia municipal de obra. Este diario solicitó información al consistorio sobre este trámite, pero no obtuvo contestación.

El proyecto del nuevo colegio de Gévora, cuya construcción se anunció hace 6 años, ya está redactado y cuenta con el visto bueno de los técnicos de Educación, que, de momento, no se aventura a poner fecha para el inicio de las obras, a la espera de que culminen los trámites previos. El plazo de ejecución de los trabajos, una vez que se adjudiquen, se ha establecido en 22 meses.

El futuro colegio de Gévora, que se levantará en una parcela cedida por el ayuntamiento junto al actual instituto, tendrá dos líneas educativas, con 12 aulas de Educación Primaria y 6 de Infantil. Además, contará con 5 aulas de desdoble; otra de música, una sala de usos múltiples de Primaria, aseos, biblioteca, gimnasio y zona para los decentes y administración. 

El centro, con una superficie construida de 3.500 metros cuadrados, dispondrá de comedor y cocina y una sala para la Asociación de Padres y Madres de Alumnos (ampa). En la parte exterior, se ubicarán dos pistas polideportivas, un arenero y un huerto escolar.

La redacción del proyecto se adjudicó al estudio de arquitectura Networking Global New Process por 95.630 euros, que ha diseñado un edificio de volúmenes sencillos y eficiente, en el que se ha liberado la mayor superficie de terreno posible para causar el menor impacto visual. Además, se ha concebido arquitectónicamente para que en el futuro se pueda ampliar sin causar grandes molestias.

Las familias de Gévora llevan años esperando que se construya el nuevo colegio, después de que se descartara ampliar el actual, con grandes limitaciones de espacio, que fue la primera intención de la Consejería de Educación, a la que se opusieron tanto el ampa como el Ayuntamiento de Badajoz. 

Los alumnos están repartidos en la actualidad hasta en tres edificaciones diferentes y se han llevado numerosas reformas en el colegio para convertir distintos espacios en aulas para aumentar la capacidad de las instalaciones. La comunidad educativa siempre ha defendido que esta situación debía ser provisional y que los escolares debían contar con un centro «digno» y que respondiera las necesidades de la pedanía.