Historias para pequeños escolares

A la luz de los cuentos

Alumnos del Bárbara de Braganza organizan una llamativa actividad en la Feria del Libro de Badajoz

A la luz de los cuentos

SANTI GARCÍA

Irene Rangel

Irene Rangel

La carpa de las conferencias parece distinta cuando acoge ‘Cuentos de luz’. En penumbra, sin nada más que una peculiar lámpara, instrumentos musicales y un micrófono, será hogar durante toda la semana un cuentacuentos muy especial. «Es una forma distinta de contar historias. Está basada en la metodología ‘reggio Emilia’, algo que se desarrolló en la Segunda Guerra Mundial», dice Teresa Mañoso. jefa de estudios del Bárbara de Braganza, sobre lo que ocurre dentro de la carpa. Todo ocurre alrededor de un 'círculo de luz'.

Una decena de estudiantes del ciclo formativo de Educación Infantil de este centro son los encargados de poner voz a las historias. «Es su primer contacto real con los niños, así que es una práctica maravillosa la que realizan aquí, en la Feria del Libro», explica Mañoso. 

Teresa Estebaranz tiene 21 años y es una de las voluntarias que desarrollan la actividad. «Estoy estudiando el ciclo y no quería desaprovechar la oportunidad de estar aquí», afirma. Teresa acaba de contar una historia a una veintena de escolares de seis y siete años del CEIP Nuestra Señora de Bótoa. «Mola mucho, puedes interactuar mucho con ellos. Está genial poder darles instrumentos, que canten y toquen... todo suma para que disfruten y, a la vez, aprendan algo».

Esta actividad está enfocada a los alumnos del último curso de Infantil y el primero de Primaria. Los centros que durante esta semana visiten la feria tendrán la oportunidad de sentarse alrededor del 'cañón de luz' para ver y escuchar buenas historias, eso sí, siempre en grupos de veinte. «Es que yo quiero entrar ya, ese cuento que están contando dentro me gusta», le decía Fede, un niño del grupo que hacía cola en la puerta, a su profesora. 

«Hay historias de todo tipo. Unas son más musicales, otras se cuentan apoyándote en materiales hechos por nosotros mismos... los cuentos van cambiando no solo a lo largo de la semana sino también, dentro del propio día. Cada compañero cuenta una historia y nos vamos rotando, así que si algún niño repite, encontrará nuevos universos», afirma Estebaranz. 

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