Reacción de los vecinos en Badajoz

«Nos duele en el alma que se cierre la Parroquia de Santa Teresa»

Los feligreses lamentan la supresión de este templo de Badajoz tras más de 40 años

Entrada a la Parroquia de Santa Teresa.

Entrada a la Parroquia de Santa Teresa. / Santiago García Villegas

A los fieles de la parroquia de Santa Teresa de Jesús, en San Fernando, no les ha sorprendido que el templo se cierre al culto, pero eso no ha hecho que el disgusto sea menor, una vez que el Arzobispado de Mérida-Badajoz ha hecho oficial el anuncio y ha puesto fecha al fin de la actividad parroquial: el próximo día 3 de septiembre. 

«Nos duele en el alma que se cierre la parroquia, pero no hay otra solución. Desde que se fueron los carmelitas tenemos falta de sacerdotes y no nos ofrecen otra alternativa. Pensábamos que quizás el seminario podría hacerse cargo de ella, pero parece ser que no», lamenta Teresa, una de las feligresas que participa con regularidad en las actividades pastorales. 

 La falta de vocaciones y el escaso territorio de la parroquia son los motivos que han llevado al arzobispado a tomar este decisión que, según reconoce Teresa, no es vista con buenos por ojos en el seno de la comunidad parroquial. 

Esta feligresa, como otros fieles, defiende que Santa Teresa «es una iglesia con mucha vida, porque hay bastantes grupos que tienen su sede en ella, como el coro juvenil, Betania o los carismáticos, por lo que nos da muchísima pena que después de 40 años tenga que cerrarse. Ojalá el arzobispado hubiese tomado otra decisión», lamenta. 

Ángela Rojo acude asiduamente a las dos parroquias, la de Santa Teresa y la de San Fernando. «Es triste que por falta de sacerdotes tenga que cerrarse, pero también es una realidad que hay que asumir», dice. 

Ángela Rojo

Ángela Rojo / SANTIAGO GARCIA VILLEGAS

Sin embargo, otro vecino, José Fernández, comenta que no entiende por que tiene que cerrarse la iglesia. «Lleva mucho tiempo abierta al culto y antes de cerrarla por completo deberían haberse estudiado otros planes», afirma. 

José Fernández

José Fernández / SANTIAGO GARCIA VILLEGAS

«A mí como párroco me duele el hecho de que tenga que cerrarse, pero yo no puedo hacer nada, ya que hay una institución por encima de mí que es la que toma las decisiones, yo solo las acato. Pero sí es verdad que es una pena esta situación, en la parroquia no nos falta gente, al contrario, nos faltan vocaciones, los sacerdotes también nos morimos», comenta con resignación y humor Enrique Cruz. 

No obstante, el sacerdote deja claro que ninguna de las personas que forman parte de esta parroquia va a verse desatendidas porque se les acogerá con los brazos abiertos tanto en la de San Juan de Dios, en Las Moreras, de la que también es párroco Cruz, y en la de San Fernando, donde se cubrirán las necesidades pastorales que demandan los feligreses de Santa Teresa.

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