La financiación con fondos europeos exige que la obra esté terminada antes del 31 de diciembre

El concurso del centro social y deportivo de Suerte de Saavedra queda desierto

El Ayuntamiento de Badajoz reajustará el proyecto para volver a licitarlo sin descartar añadir recursos municipales

Situación de la parcela de Suerte de Saavedra donde está previsto el centro social y deportivo.

Situación de la parcela de Suerte de Saavedra donde está previsto el centro social y deportivo. / LA CRÓNICA DE BADAJOZ

Ascensión Martínez Romasanta

Ascensión Martínez Romasanta

Nuevo revés al proyecto del centro socio deportivo anunciado por el Ayuntamiento de Badajoz en la barriada de Suerte de Saavedra, financiado en un 80% con fondos europeos a través de la estrategia Dusi. El concurso que convocó el 8 de marzo para su construcción y cuyo plazo de presentación de propuestas terminó el día 29 de ese mismo mes, ha quedado desierto. Ninguna empresa ha mostrado interés. El problema está en que Europa marca como fecha límite el 31 de diciembre y ya los plazos estaban muy ajustados, pues el plazo de ejecución que se recogía en el pliego de condiciones era de 8 meses.

Sin embargo, el alcalde de Badajoz, Ignacio Gragera, no lo da por perdido. Al contrario, cree que aún hay opciones para sacar este proyecto adelante. Gragera reconoció ayer que la situación «es complicada», pero el ayuntamiento reformará el proyecto «para intentar que encaje y entre» con el precio establecido y el plazo previsto para poder acometerlo y llegar a la fecha exigida, independientemente de los fondos europeos que se consigan.

En todo caso -recalcó-, el compromiso del ayuntamiento es acometer el proyecto con el porcentaje de ejecución que sea posible con la financiación europea y el resto se acometerá con fondos propios municipales. Porque, a pesar de su optimismo, Gragera se plantea que puede quedar una parte de la obra que no se pueda certificar antes de que termine el año, si ahora hay que iniciar el proceso de reformulación del proyecto. Para el alcalde, que no haya ninguna constructora interesada en acometer esta obra, que tiene un presupuesto base de 2.182.745 euros, «ha sido una experiencia muy negativa». En su opinión, como está ocurriendo con otras obras públicas, que el concurso haya quedado desierto tiene que ver con el incremento de los precios de los materiales «que son absolutamente fluctuantes y volubles» y ninguna empresa ha querido echarse hacia adelante para construir el centro por el precio de licitación establecido por el ayuntamiento. Así, apuntó, que cuando se concedieron los fondos de la estrategia Dusi a Badajoz a presupuesto cerrado hace varios años «no pensamos que el incremento de estos últimos meses iba a ser tan exponencial».

El proyecto que ahora ha quedado desierto es la primera fase de una actuación más ambiciosa prevista en una parcela situada junto al colegio Manuel Pacheco, donde el ayuntamiento tiene anunciado ampliar las instalaciones en una siguiente fase, para la que aún no tiene la financiación asegurada. La primera ocupa aproximadamente 13.924 metros cuadrados del total de la intervención (25.000 metros cuadrados) y se ubica en el sector suroeste de la parcela, donde se prevé construir un campo de fútbol 11 de césped artificial, con dimensiones 95 x 55 metros cuadrados, que se podrá dividir en dos campos transversales para fútbol 7. Contará además con una grada exterior con aforo para 497 espectadores.

Junto a esta instalación se levantará un edificio de uso mixto deportivo y vecinal cuyo contenido estará vinculado al campo de fútbol y al uso social del barrio, así como dispondrá de estancias de servicio y para el funcionamiento de todas la instalaciones.

Según los datos del pliego de condiciones, el centro sociovecinal tendrá una superficie total construida de 1.258 metros cuadrados, de los que 1.159 serán útiles, divididos en una planta baja de 651 metros y otra semisótano de 507 metros cuadrados. En el semisótano se adecuarán cuatro vestuarios para los equipos, otros cuatro para técnicos, uno para el personal y en el principal, despachos, almacenes y aseos. En la planta baja habrá cuatro aulas polivalentes de unos 60 metros cuadrados cada una, una sala de prensa, espacio para administración, aseos y cuartos de instalaciones.

Gragera insistió ayer en que tiene «la certeza, la convicción y la vocación de sacar adelante este centro que entendemos que es muy necesario para la ciudad, porque no es solo una instalación de barrio, sino que va a ser una instalación de ciudad».