comienzan las obras para adecentar los accesos

La torre de la catedral de Badajoz se 'lava la cara' para recibir visitantes

La inversión destinada a la remodelación de la escalera de subida se eleva a 85.000 euros

La torre de la catedral de Badajoz se podrá visitar

Santiago García Villegas

Irene Rangel

Irene Rangel

Estaba previsto que la torre de la Catedral Metropolitana de Badajoz se abriera al público por primera vez a comienzos de este año, pero un retraso en los permisos ha cambiado la fecha hasta, previsiblemente, el mes de junio. «Lo idóneo sería que antes de San Juan la torre pudiera comenzar a recibir visitas», anunció Juan Román, director del Museo de la Catedral.

Ayer comenzaron las obras de adecuación de la subida a la misma. «No es una intervención muy grande pero sí muy laboriosa», explicó Román. Para que luzca en perfecto estado cuando lleguen los visitantes, los operarios están trabajando sobre elementos deteriorados por el paso del tiempo como las paredes de la escalera de subida, que acusan gran humedad, o algunos tramos de escalones de la misma. Además, se quiere colocar nueva iluminación y una barandilla que acompañe en la ascensión a los visitantes. 

La inversión destinada a esta obra es de 85.000 euros que serán sufragados por el consistorio pacense y la archidiócesis. Cuando se presentó el proyecto al ayuntamiento, a finales de primavera de 2022, la institución se comprometió a aportar 35.000 euros, lo que en aquel momento suponía aproximadamente el 75 % del total. Con los retrasos y el encarecimiento de los materiales, el precio final de la obra ha ascendido a veinte mil euros más de lo previsto inicialmente, «por lo que buscamos empresas o instituciones que quieran colaborar en la rehabilitación de esta torre y ser parte del proyecto», anunció Juan Román.

Los operarios trabajan sobre la antigua casa del campanero.

Los operarios trabajan sobre la antigua casa del campanero. / SANTIAGO GARCIA VILLEGAS

Cómo será la visita

La torre está dividida en tres cuerpos. En el primero de ellos ya se escucha ruido de martillos: se está tratando lo que en su día fue la casa del campanero. La estructura de la vivienda se mantiene en pie, por lo que «la idea es conservarla y, a través de paneles explicativos, mostrar cómo vivían estas personas y poner en valor su figura en la vida de la época», señaló Román. «Él era el encargado de marcar el ritmo de los habitantes de la ciudad cuando no se miraba la hora en los teléfonos móviles».

La sala del reloj, ubicada en el segundo cuerpo, será otra parada de la visita. A ella se accede tras subir el segundo tramo de escalones. Allí se encuentra el reloj original de la catedral, que fue mecánico hasta los años 70, cuando lo convirtieron en eléctrico. La placa que atestigua el hecho está presente en las paredes desde entonces y en la leyenda se puede leer que «se electrificaron, para repique y volteo, seis campanas y el reloj por un total de 566.624 pesetas». En 2006, el original se sustituye por uno eléctrónico «pero, por suerte, sigue aquí».

Juan Román, director del Museo de la Catedral, posa ante una de las campanas de incalculable valor.

Juan Román, director del Museo de la Catedral, posa ante una de las campanas. / SANTIAGO GARCIA VILLEGAS

La guinda a la visita la pondrá el campanario, al que los visitantes podrán acceder tras completar la subida. Las nueve campanas, que se conservan en buen estado, enmarcan unas incomparables vistas. «Se colocarán carteles con leyendas explicativas de la historia de las campanas y del lugar, así como de las vistas que tenemos delante, para que la gente que se asome sepa con exactitud qué está contemplando. También se pondrán las medidas de seguridad necesarias para que se pueda estar aquí con todas las garantías», explicó Román.

La idea es que la visita se complete con el paso por el Museo de la Catedral. Juan Román se muestra feliz de ver el desarrollo de un proyecto «que necesita tiempo y también visitantes. Hasta que la torre abra, esperamos a los pacenses y los turistas en el museo». 

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