Miles de fieles acompañan a la Soledad de luto por las calles de Badajoz

Miles de pacenses acompañaron a la Virgen de la Soledad de luto el Viernes Santo por las calles de Badajoz. El público abarrotó la plaza que lleva su nombre para ver la salida de la patrona de la ciudad y la siguió hasta su entrada en carrera oficial pasada la media noche. Sin música, con el rezo del rosario de fondo, el paso con la imagen de riguroso luto y sin corona fue avanzando por Francisco Pizarro y Vicente Barrantes hasta hacer la Estación de Penitencia en la catedral.

A la vuelta, la Virgen recorrió el corazón del Casco Antiguo: la calles San Blas, Arco Agüero, López Prudencio, Donoso Cortés, Bravo Murillo, y San Juan, para acceder por Moreno Zancudo hasta la plaza Alta y dejar, un año más, estampas para el recuerdo. Hasta su regreso a la ermita, tras pasar por el Arco del Peso y bajar por San Pedro de Alcántara desde la plaza de San José, los devotos fueron alumbrando con sus velas el recorrido de la patrona. Este año hubo dos cuadrillas de costaleros para portar la Virgen, lo que hizo que el itinerario se completara con mayor rapidez.

También fue multitudinaria la procesión del Santo Entierro que se celebró la tarde del Viernes Santo. El Cristo Yacente y la Virgen de las Lágrimas salieron de la iglesia de San Agustín entre aplausos, con los que el público no solo recibía a la imágenes, sino con el que se reconocía la destreza y diligencia de los costaleros, por la dificultad que entraña la salida de los dos pasos del templo por su gran escalinata. El paso de Cristo lució los ángeles restaurados y estrenó las coronitas.

Uno de los momentos más especiales del desfile se vivió tras la Estación de Penitencia, cuando los costaleros de la Soledad relevaron a los que portaban el Cristo Yacente, que llevaron hasta la puerta de la ermita de la patrona. Es la primera vez que se hacía este servicio y la Asociación de Costaleros y Capataces San José quiso agradecer el gesto entregado una placa a sus compañeros.

Homenaje al fotógrafo Jorge Fernández

Por otro lado, en el Cerro de Reyes se volvió a celebrarse este viernes por la mañana el viacrucis viviente, a cargo de la Cofradía de Jesús Obrero y en el que participan unos 70 vecinos. Este año se quiso recordar al fotógrafo Jorge Fernández, miembro y colaborador de la hermandad, que falleció el Jueves Santo de 2022 mientras hacía fotografías en la procesión de la Virgen de la Soledad. Fue en la segunda estación, se le dedicó la caída y se entregó un ramo de flores a su viuda e hijas.