Santo Domingo y San Andrés compartieron protagonismo al tener el mismo horario de salida

Un Miércoles Santo para lucirse en Badajoz

Las temperaturas volvieron a acompañar a las hermandades, que se vieron arropadas por multitud de público

Nuestra Señora de la Esperanza ante sus fieles en el Miércoles Santo pacense.

Nuestra Señora de la Esperanza ante sus fieles en el Miércoles Santo pacense. / ANDRÉS RODRÍGUEZ

Irene Rangel

Irene Rangel

En la calle hacía algo más de frío que durante las noches anteriores pero eso no impidió que miles de pacenses salieran a la calle a acompañar a las dos procesiones del Miércoles Santo. 

Las dos salían a la vez, las dos procesionaban (por la ubicación de sus templos) sin salir del centro, las dos vistieron las calles de terciopelo y les dieron olor a incienso. 

Miles de pacenses salieron a la calle.

Miles de pacenses salieron a la calle. / ANDRÉS RODRÍGUEZ

El sol de la tarde propició que tres horas y media antes de la salida, alrededor de las 17.00 horas, aparecieran las primeras sillas en la plaza de San Andrés. Algunos vecinos habían decidido ‘coger sitio’ para no perder detalle de la espectacular salida del paso del Descendimiento. «Esta salida es digna de verse. Yo he ido muchos años con la bolsa petitoria y era el primero en cruzar las puertas cuando se abrían, notabas la expectación de la gente. Ahora lo vivo desde atrás, desde el templo, y es igual de emocionante», explicaba Francisco Javier Casillas, hermano mayor de la Hermandad y Cofradía del Santísimo Cristo del Descendimiento, María Santísima de la Piedad y Nuestra Señora de la Esperanza. Es su segundo año ocupando el cargo y no estaba nervioso pero sí muy emocionado. 

Los pacenses ‘cogen sitio’ horas antes de que se abran las puertas.

Los pacenses ‘cogen sitio’ horas antes de que se abran las puertas. / ANDRÉS RODRÍGUEZ

La salida se produjo con quince minutos largos de retraso. Juan Ledesma cantando ante las imágenes hizo correr alguna lágrima entre los más devotos. Ya es tradición que este Policía Nacional le dedique un rezo cantado a Nuestra Señora de la Esperanza. Ambos pasos iban acompañados por miembros del cuerpo ya que son hermanos mayores honorarios de la cofradía. 

La Virgen se lució mecida este año por 40 costaleros frente a los 35 que ha habido hasta 2022. La canastilla que estrenó, regalo de la Asociación de Capataces y Costaleros San José, llevaba incorporada una nueva trabajadera, por lo que cinco nuevos pares de hombros cargaron con su Señora.

No fue el único estreno de esta procesión. También la Virgen llevaba un nuevo rostrillo y toca sobre manto, además del rosario. Todo fueron donaciones de fieles. Nuevos eran también los incensarios, donados por hermanos, y salieron a la calle restauradas la bandera de la Virgen y el bacalao, así como dos tramos del frontal del paso del Cristo.

La bandera de Nuestra Señora de la Esperanza, recién restaurada.

La bandera de Nuestra Señora de la Esperanza, recién restaurada. / ANDRÉS RODRÍGUEZ

También a las 20.30 se abrían las puertas de Santo Domingo para dar salida a los más de 150 nazarenos que llevaba esta procesión. Son cuatro los pasos que salían a la calle: Nuestro Padre Jesús Nazareno del Amparo, el Santísimo Cristo de la Fe, Nuestra Señora de la Piedad y María Santísima del Mayor Dolor. «Sacarlos a todos a la vez hace que podamos ofrecer una imagen muy bonita: la de los cuatro pasos y todos sus nazarenos recorriendo en fila la calle Santo Domingo», comentaba José Ángel Recio, hermano mayor de la hermandad. Puede que la de anoche fuera su última procesión en el cargo y la emoción estuvo a flor de piel. Procesionó con un problema de salud y, además, con la mano escayolada: unos días antes sufrió un accidente que le rompió un hueso de la muñeca. Todo daba igual. «Si la salud me lo permite, yo continuaré acompañando a mi cofradía», aseguró.

Nuestra Señora de la Piedad, escoltada.

Nuestra Señora de la Piedad, escoltada por la Guardia Civil. / ANDRÉS RODRÍGUEZ

En la procesión iba la plana mayor de la Guardia Civil. Si en la de San Andrés eran la Policía Nacional, en la de Santo Domingo es este cuerpo el que ostenta el cargo de hermanos mayores honorarios desde los años 60.

Bajo el Cristo de la Fe, una cuadrilla de mujeres llevadas con buen mando por su capataz, María Dominguez. Son pioneros: no solo tuvieron la primera cuadrilla femenina en la ciudad cuando nadie la enía, sino que en esta procesión salió también la primera nazarena. «Fue en el 71. Tuvo que venir de casa vestida y a cara tapada para salir de incógnito», explica Recio. «Aún es hermana de la cofradía, no se pierde una procesión».