Suenan aplausos en el interior de la parroquia de San Roque. Señal inequívoca de que el paso está a punto de salir. El de la Borriquita con la imagen de Cristo Rey está en la calle desde hace media hora. En la oscuridad del interior de la iglesia resplandecen las llamas de las velas encendidas. Asoma la Virgen de la Palma por la puerta y los costaleros tienen que sacarla de rodillas por la altura del palio y la dificultad añadida del arco de medio punto. Y antes de que la levanten, se oye la voz del capataz que en alto lanza un recuerdo al compañero que este año no está en su sitio debajo del paso, Ramón, y a su nieto, «al niño, que está con la Reina en el cielo». El niño es Mario, el pequeño de 6 años que perdió trágicamente la vida tras sufrir un accidente con un vehículo agrícola en Pueblonuevo del Guadiana, el pasado 23 de marzo.

Costaleros de la Virgen de rodillas, para sacar el paso de la iglesia. Andres Rodríguez

30 pares de pies blancos levantan de un salto a la Virgen de la Palma, que inicia su recorrido por las calles de San Roque, seguida de la Banda de Música de la Soledad de la Algaba (Sevilla). Son las 17.18 de la tarde del Domingo de Ramos en Badajoz y las puertas de la iglesia están de par en par hacia la plaza de Santiago Arolo, que lleva el nombre del imaginero que soñó en 1959 la cara de la Virgen que adoran en la barriada de San Roque.

Damas de mantilla. Andrés Rodríguez

Pocos minutos después de las 16.30 horas ha salido por la misma puerta el impresionante paso de la Entrada Triunfal de Cristo en Jerusalén, acompañado por la Banda de Cornetas y Tambores Los Sayones de Pozoblanco. Este año Cristo Rey ha estrenado túnica de terciopelo granate bordada en oro, regalo de su cuadrilla de costaleros. No se puede ser más generosos. Aplausos cada vez que el paso cambia de dirección. A la salida y al torcer por la calle Porvenir, aplausos del gentío que no quiere perder detalle. «Este revirao reposaíto», aconseja el capataz. Desde la terraza del número 22 una vecina se sube las gafas para secarse las lágrimas. «Eso es, flotando». Y el paso flota al compás que le marcan 40 pares de pies negros.

El paso de la Borriquita. Andrés Rodríguez

Hasta el momento de la salida, la iglesia ha estado cerrada para los ajenos a la hermandad. Control férreo en la entrada para que no acceda nadie que no tenga permiso. Dentro todo está preparado. Decenas de palmas traídas de Elche para que las porten sus nazarenos: blancos con capas rojas los del Cristo, blancos con capas azules los de la Virgen. La hermana mayor desde hace 9 años de la cofradía, Marisol Sánchez, destaca el «gesto» de los costaleros con su Cristo, «de esa fe que no se ve».

Esta procesión cambia algunos años de recorrido, sobre todo por la zona de salida y entrada al barrio «que al fin y al cabo es nuestro barrio de San Roque, donde está nuestra sede canónica». Esta vez han querido «tirar hacia la derecha» y, al abandonar puerta Trinidad, recorren las calles Afligidos y Sepulveda en dirección a la plaza de España donde entra a las 19.30 horas en la carrera oficial. «Queríamos ir por esa zona, que es poco transitada por hermandades y es otra forma de hacer que la cofradía llegue a gente que no puede salir». El cambio de recorrido no ha ido como esperaban, porque en la calle Afligidos el cableado que cuelga se ha enredado con la palmera del paso del Cristo y un hermano ha tenido que subir al balcón de una vivienda para levantarlo con un cepillo. Así se ha mantenido hasta que ha pasado la Virgen.

La palmera del paso del Cristo se ha enredado con el cableado que cuelga en la calle Afligidos. LA CRÓNICA DE BADAJOZ

En un tramo desde el puente de San Roque hasta la plaza 18 de diciembre la música se detiene para que los niños con trastorno del espectro autista «puedan disfrutar de la hermandad porque les gusta, porque esta cofradía es de los niños que esperan a Jesús montado en su burrita». 

La de la Borriquita es la cofradía del barrio de San Roque «porque el barrio tira mucho de la hermandad, aunque es muy querida y tiene nombre dentro de las hermandades de Badajoz», defiende la hermana mayor, que recuerda que también tienen la estación de penitencia de la madrugada del Viernes Santo con el Cristo de la Paz. Esta cofradía cuenta con 1.450 hermanos y cada año suma más. El día anterior se impusieron 39 medallas a nuevos hermanos. «Feliz con lo que tenemos, trabajamos pero estamos contentos con lo que el Señor nos da».