El concejal de Patrimonio considera que es una actuación fundamental que ha supuesto "un antes y un después"

Las fortificaciones de Badajoz llevan cinco meses sin cuadrilla de mantenimiento

El contrato de dos años del ayuntamiento con Imesapi terminó el 31 de octubre y no ha licitado otro

Un trabajador de Imesapi realiza tareas de limpieza en la muralla.

Un trabajador de Imesapi realiza tareas de limpieza en la muralla. / EL PERIÓDICO

Ascensión Martínez Romasanta

Ascensión Martínez Romasanta

Hace justo un año, en marzo de 2022, el concejal de Turismo y Patrimonio, Jaime Mejías, anunciaba que el ayuntamiento volvería a contratar a una empresa para que haya una cuadrilla de operarios especializados en el mantenimiento y limpieza de las fortificaciones de Badajoz. El contrato en vigor en ese momento terminaba el 31 de octubre. Pero concluyó en esa fecha y el ayuntamiento no lo ha vuelto a licitar, a pesar de que existe una partida presupuestada de 448.000 euros para 2023 y 2024. Desde hace cinco meses, este contrato que el propio concejal definió como fundamental y que supuso un «antes y un después» en el cuidado del patrimonio histórico de la ciudad, no existe y ya no hay cuadrillas de trabajadores revisándolo ni limpiándolo ni acometiendo pequeñas reparaciones, como han estado haciendo durante dos años.

Mejías reconoce sentirse «un poco decepcionado». Explica que, efectivamente, el contrato terminó el año pasado el 31 de octubre. La concejalía tenía previsto darle continuidad y, de hecho, presentó el pliego de condiciones en septiembre para que se sacase a licitación, según asegura su responsable, con la intención de que se hiciese incluso antes de que concluyese el anterior. Pero terminó el año, a Contratación no le dio tiempo y ahora hay que esperar la liquidación del presupuesto de 2022, para que se prorrogue y se pueda licitar. Mejías asegura que la liquidación se aprobará este mes y a partir de ahí se iniciará el procedimiento para contratar al equipo de mantenimiento de fortificaciones «que es absolutamente fundamental para tenerlas en perfecto estado». 

Hasta el momento, según explica, se están haciendo cargo las concejalías de Vías y Obras y de Parques y Jardines y de Limpieza. Mientras tanto, el concejal también avanza que tienen previsto sacar un pequeño contrato intermedio para poder trabajar sobre todo en la limpieza y desbroce, hasta tanto se resuelva el contrato definitivo por dos años. Cuando el ayuntamiento decidió encargar el mantenimiento a una empresa externa, Mejías argumentó que los trabajadores municipales no se podrían encargar de estas tareas porque no estaban capacitados técnicamente. En todo caso, aunque colaboren los servicios municipales, el concejal reconoce que desde hace meses no hay un equipo dedicado a revisar la situación sobre el terreno. «Necesitamos un equipo cuanto antes, pero mientras tanto haremos un contrato menor para la primavera».

El contrato de estos dos años, adjudicado a Imesapi, abarcaba pequeños arreglos, trabajos de albañilería, fontanería y electricidad e implicaba el mantenimiento de todos los elementos que componen las fortificaciones de la ciudad, además del desbroce, jardinería y limpieza, incluidas las pintadas. La adjudicataria comenzó con un plan de choque que duró dos meses y que fundamentalmente consistió en retirar la basura acumulada durante años. En los dos años de contrato, ha sido especialmente importante la labor de limpieza de los restos de botellones realizadas los fines de semana. La idea del concejal era que el nuevo pliego incidiera en las obras. Mejías cree que el equipo que ha venido trabajando en el mantenimiento «era perfecto» por la cantidad de tareas que abarcaba y reconoce que la situación actual no es la que le gustaría, pero tiene que ajustarse a lo que marca la ley de contratación.