42 centros han participado en esta clausura

5.000 niños celebran su ‘extremeñidad’ en Badajoz

Una convencia junto al Guadiana para cerrar la Semana de Extremadura en la Escuela

Más de 5.000 escolares bailan 'El Candil'

Más de 5.000 escolares bailan 'El Candil' / ANDRÉS LOPE

Irene Rangel

Irene Rangel

Malena no es de Badajoz. No es extremeña, ni siquiera española, pero en la mañana de ayer se sabía la letra de ‘El Redoble’ mejor que muchos paisanos. Tiene siete años y la ha aprendido en clase. «Yo no nací en Badajoz pero llegué cuando era muy pequeña, así que soy extremeña» decía con ojos pizpiretos y una coleta despeinada de tanto bailar con sus compañeros.

Como Malena, alumnos de 42 centros escolares distintos de la provincia se daban cita en el día de ayer en el parque del Guadiana para poner el broche de oro a las actividades de la Semana de Extremadura en la Escuela. «Han venido 5.156 estudiantes. Hoy hemos conseguido mantener la llama del folklore, la cultura y el patrimonio de Extremadura en una convivencia que es igual a la que algunos que ya tenemos ciertas canas disfrutábamos cuando éramos niños» decía un emocionado Benito Ramos, director del Centro de Profesores y Recursos de Badajoz y organizador del evento. 

Algunos alumnos cambiaron el uniforme por otros atuendos.

Algunos alumnos cambiaron el uniforme por otros atuendos. / CEDIDA

A las 9.30 horas de la mañana la maquinaria se ponía en marcha y llegaban los primeros autobuses. Radio educativa en directo, juegos al aire libre y talleres de música y baile fueron los ingredientes de la jornada. «Sin los profesores de los centros esto no habría sido posible. Llevamos tres meses preparandolo, hemos tenido cursos, reuniones... todos sabían lo que había que hacer cuando han llegado. La actividad va sobre ruedas» explicaba Ramos.

Entre los más de cinco mil niños había de todo. Los alumnos de los cuatro cursos que llevó el centro Santo Tomás de Aquino cargaron con una enorme bandera de Extremadura con la que todo el mundo se quiso hacer una foto. «Quiero que esto se haga todos los años» decía Leire Olivera, de siete años, alumna del centro. Enrique Morro, profesor de música del colegio FEC Sagrada Familia, lo resumía en «que los niños vivan su región y sepan de dónde venimos para llevar a nuestra tierra a un futuro mejor».

La bandera del colegio Santo Tomás de Aquino.

La bandera del colegio Santo Tomás de Aquino / LA CRÓNICA

Muchas pequeñas iban vestidas de extremeñas. A Celia Rodríguez, Nayara Sánchez y María Campañón no les faltaba ni un aderezo. «Los trajes son de mi tía, que los tenía de cuando era pequeña y celebraban las fiestas a lo grande. Hace un poco de calor pero queríamos ponérnoslos» contaba Nayara mientras lucía su vestimenta. 

Celia, Nayara y María desempolvaron los trajes familiares.

Celia, Nayara y María desempolvaron los trajes familiares. / LA CRÓNICA

Un grupo de más de 200 niños, representando a todos los centros, interpretaron en directo el himno de Extremadura. «Ya nos lo sabíamos, no nos lo hemos estudiado para hoy, porque nos lo enseñaron hace años en clase» presumían Encarni Jurado y María Esmeralda Rastrillo, del Colegio Juventud. La segunda estaba convencida de su argumento cuando decía «Extremadura es una tierra que tiene algo que otras no tienen: la felicidad». 

El momento más esperado del día se acercaba: a las 12.30 horas los miles de pequeños iban a bailar juntos ‘El candil’ y ‘El redoble’. Para ello no faltaba la música en directo: la Asociación Folklórica Renacer hizo las delicias de los jóvenes y de los cientos de adultos que, movidos por la curiosidad, se acercaban a ver qué pasaba junto al río. Y ocurrió. Los pequeños pies se sincronizaron para bailar las jotas extremeñas entre risas, algo de polvo y mucho sabor a tradición.

Una versión escolar del Jarramplas presidía el acto

Una versión escolar del Jarramplas presidía el acto / ANDRÉS LOPE

Cada centro llevaba una pancarta identificativa. Uno de ellos, el Sagrada Familia, había tuneado la suya con un estampado tradicional y la representación de un personaje mitológico de nuestra tierra. ¿Sabrán los niños reconocerlos? Antes de despedirse, les pusimos a prueba. «Facilísimo, es el Jarramplas. Es la fiesta más importante de Piornal, el pueblo más alto de Extremadura» responden. ¿Y el estampado? Dudan un poco más, pero con un guiño del maestro lo resuelven. «Son los adornos del pañuelo de sandía». Aprobados con sobresaliente.