HAN TENIDO QUE INTERVENIR LOS BOMBEROS

Ocho roturas de tuberías en una semana en la barriada pacense de Antonio Domínguez

Los vecinos se quejan de inundaciones y cortes de agua desde el pasado viernes 24

Los vecinos no pueden transitar por las aceras de la barriada.

Los vecinos no pueden transitar por las aceras de la barriada. / S. GARCIA

Irene Rangel

Irene Rangel

«La situación se ha vuelto insostenible y es hora de que se tomen medidas inmediatas» afirma Lucía Montero, presidenta de la Asociación de Vecinos de Antonio Domínguez. Desde el pasado viernes día 24, ocho tuberías han sufrido roturas en la barriada provocando inundaciones de calles y garajes y con el consiguiente barro ensuciando las vías. Ocurre en puntos dispares del barrio, según dice Montero. Hasta hoy se han visto afectadas las calles San José de Lajas, Mimbrero, Tomillo, Sebastián Montero de Espinosa y la avenida Juan Sebastián Elcano

La última avería tuvo lugar anoche en la calle Jilguero, donde se inundó el garaje más cercano haciendo imposible mover los coches que se encontraban dentro: el agua llegaba por encima de las ruedas. Hasta el lugar tuvieron que desplazarse los bomberos. 

El garaje inundado de la calle Jilguero.

El garaje inundado de la calle Jilguero. / LA CRÓNICA

Desde la asociación vecinal también hacen referencia a los problemas de accesibilidad asociados a estas roturas. «Cuando se avería vienen de Aqualia y lo arreglan, pero dejan la acera levantada, cubierta de arena. En mi calle, por ejemplo, se ha roto en la puerta de casa de una vecina con movilidad reducida» dice la presidenta de la asociación. Misma situación vive Juan, quien tiene frente a su cochera un socavón que le impide sacar su furgoneta. A estos inconvenientes se suman que «en el barrio no tenemos la correcta presión del agua, sufrimos cortes constantes y sale el agua turbia», añade Montero.

Los vecinos no pueden caminar por las aceras de la barriada.

Juan no puede sacar de la cochera su furgoneta. / S. GARCIA

La asociación ha mandado un escrito al ayuntamiento solicitando información de por qué se producen estas roturas, así como exigiendo que se informe al barrio de cómo se van a solucionar. El consistorio confirma la existencia del problema y lo achaca a la antigüedad de las tuberías. Afirma estar buscando una resolución al problema.