¿Cómo se prepara un desfile ganador? Un antropólogo, el arma secreta de El Vaivén para ser campeones

Una comparsa pacense vuelve a ganar el desfile de comparsas después de 17 años. Casi dos décadas de sequía pacense que han quedado pulverizadas por El Vaivén y sus cerca de 400 miembros, que hicieron que el público asistente se quedara con la boca abierta con cada uno de los ritmos y las secuencias que tenían preparados.

El proyecto 2023 era arriesgado. «Queríamos representar a un pueblo, los inuit, sus costumbres y su historia. La comparsa también puede ser un altavoz para contar cosas y eso hemos querido hacer: el Carnaval no solo es alcohol sino también alma y cultura» explica Jose G. Silva, presidente de la comparsa. La idea pasaba por sus cabezas desde el año 2020 pero la pandemia impidió que pudieran dedicarle el tiempo que ellos creían que merecía. No es un traje con una coreografía, es una historia a mostrar, dicen. 

El proceso hasta montar el desfile fue largo y comenzó por leer sobre el tema. «Nos dimos cuenta de que el 90 % de los textos que caían en nuestras manos tenían la misma firma, Francesc Bailón, y decidimos hablar con él». Bailon es un antropólogo catalán experto en la cultura inuit. Durante más de un año han estado en contacto. Bailón se ha desplazado hasta Badajoz para impartir charlas a la comparsa y supervisar ritmos y movimientos. «Francesc se enamoró del proyecto y nosotros de él, nos ha ayudado muchísimo, así que teníamos que tenerle con nosotros en el día más importante». Dicho y hecho, el catalán recogió el guante y desfiló con la comparsa el pasado domingo. 

Más allá de la preparación teórica del proyecto, la física también ha sido importante. «Sabíamos que el proyecto iba a ser mágico. Hemos estado ensayando 360 personas y han desfilado hasta los más pequeños de la comparsa porque con ellos en los estandartes queríamos representar los juegos tradicionales de esta cultura, un auténtico poblado inuit. En total en el desfile hemos sido casi 400 personas» dice Silva sin poder contener la ilusión. No es para menos. 

La música también ha jugado un papel importante a la hora de desarrollar su idea. Han entonado sus cantos y bailado sus danzas pero siempre con el sello de El Vaivén: la música original. «Yo lo digo siempre en la comparsa, tocamos con las manos pero la música nos sale del corazón. Este año más que nunca. Respeto a los grupos que hacen covers de canciones conocidas, antes nosotros mismos lo hacíamos, pero hace años ya que renunciamos a eso para ganar en identidad propia. Aunque es más fácil conectar con el público cuando tocas canciones conocidas, nosotros preferimos hacerlo así», explica el presidente del grupo.

Algo debe estar hacendo bien El Vaivén cuando hace más de cuatro años que no se abre el plazo de inscripción para nuevos componentes. «Entra gente nueva si son familia de miembros o gente muy cercana, pero no nos abrimos a todo el mundo».

La ballena de El Vaivén

La última pieza clave del desfile fue la ballena, un estandarte que representa un animal real. «Se llama ballena boreal y vive en Groenlandia. Mide más de quince metros. También nos habló de ella Francesc y quisimos que llegara a Badajoz», dice Jose. No quedan más de 25.000 ejemplares de este animal «y queríamos despertar la curiosidad en la gente para lanzar un mensaje contra el cambio climático». La versión pacense de este animal está hecha a base de lamas de persianas y abre su boca sorprendiendo al público. 

Cultura, historia y reivindicación se dan la mano en este desfile que quedará en la memoria de quienes lo disfrutaron.