Que los colegios puedan colaborar en el desarrollo de actividades novedosas en las aulas hospitalarias. Ése es el propósito que se ha marcado este curso la Consejería de Educación de la Junta de Extremadura, a cuenta del programa CITE (Centros Innovadores en el Uso de la Tecnología). La consejería ha pedido a los centros educativos que desarrollen distintas iniciativas en este tipo de aulas. Extremadura dispone de cuatro aulas hospitalarias: una en Cáceres y tres en Badajoz, de las cuales, dos están en el Materno Infantil (planta séptima y en la quinta, de Oncología) y una tercera en el Hospital Universitario. En concreto, en el Materno Infantil se estrenó ayer una máquina Arcade de videojuegos de uso educativo que ha diseñado el instituto de Calamonte. También se introducen las celebraciones pedagógicas (adornar las clases como en los centros educativos en el día de la Paz…), la radio que desarrollan los docentes de este aula, kits de robótica educativa con el colegio Lope de Vega y otras actividades relacionadas con las nuevas tecnologías para la atención a la diversidad.

El aula del materno estrenó ayer una máquina Arcade de videojuegos diseñados por el instituto de Calamonte. S. GARCÍA

Estas aulas permiten llevar las unidades de educación a los centros hospitalarios para garantizar el proceso de enseñanza y aprendizaje «con la máxima normalidad posible», según explicó ayer la consejera de Educación, Ether Gutiérrez, durante la visita a las que funcionan en el Materno Infantil. Gutiérrez se refirió a las características especiales de estas aulas por la convalecencia de los propios alumnos, la mezcla de diferentes edades, la temporalidad y que el tiempo que cada uno está es distinto dependiendo de su situación personal. «Lo que tratamos nosotros es de que el proyecto educativo se traslade a estas aulas aprovechando la innovación educativa que nos permita atender a la diversidad de un modo más directo y motivador para este tipo de alumnos».

En lo que va de año han sido atendidos más de 320 niños. «Intentamos que sea lo más normal posible y garantizar el proceso de enseñanza y aprendizaje independientemente del lugar en el que se encuentra y para ello la innovación educativa es una herramienta fundamental».

Los alumnos atendidos en estas aulas tienen edades comprendidas entre los 6 y los 16 años, de manera que abarcan todas las etapas obligatorios y, de forma opcional, también niños más pequeños. La asistencia es voluntaria. Funcionan desde hace años, pero ahora se está intentando introducir la innovación educativa con atención a la diversidad y la novedad de este año es el proyecto CITE.

Además de las aulas hospitalarias que funcionan en el propio centro sanitario, existe un programa de atención domiciliaria con docentes de acompañamiento escolar para aquellos niños que se encuentran convalecientes en sus casas. «Estos dos programas son muy importantes para garantizar la igualdad de oportunidades en el ámbito educativo», manifestó la consejera.