TRAS 8 AÑOS EN EL CARGO

El arzobispo de Mérida-Badajoz presenta su renuncia al Papa

Celso Morga, que cumple este sábado 75 años, continuará al frente de la archidiócesis hasta que se nombre a su sucesor

Celso Morga, arzobispo de Mérida-Badajoz, que acaba de presentar su renuncia al Papa

Celso Morga, arzobispo de Mérida-Badajoz, que acaba de presentar su renuncia al Papa / SANTIAGO GARCIA VILLEGAS

Redacción

El arzobispo de Mérida-Badajoz, Celso Morga, ha presentado este pasado lunes su renuncia al Papa, en cumplimiento del Código de Derecho Canónico, que estipula que los obispos deben poner a disposición su cargo a los 75 años. Morga los cumplirá este sábado, 28 de enero.

El arzobispo continuará al frente de la archidiócesis hasta que el Papa Francisco acepte su renuncia y nombre un sustituto, lo que "no tiene que ser inmediato necesariamente", según ha explicado el Arzobispado de Mérida-Badajoz a través de una nota de prensa. Hasta que su sucesor lo releve, "seguirá trabajando, como lo ha hecho hasta ahora, de manera entregada y al servicio de la archidiócesis y continuará con sus responsabilidades en la Conferencia Episcopal Española", donde es miembro de la Comisión Episcopal para el Clero y Seminarios desde marzo de 2020 y a cuya comisión permanente pertenece.

El nombramiento de Morga como arzobispo coadjutor de Mérida-Badajoz se hizo público el 8 de octubre de 2014 y tomó posesión de su cargo el 15 de noviembre de ese mismo año, en el que sustituyó a Santiago García Aracil. El 21 de junio de 2021, el Papa lo nombró miembro del Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica, dicasterio que ejerce la función de Tribunal Supremo y vela por la recta administración de la justicia en la Iglesia.

En su carta de renuncia, que lleva fecha de 18 de enero, memoria de san Juan de Ribera, obispo de Badajoz, Morga muestra su agradecimiento "a Dios por este oficio episcopal que, por mandato de Su Santidad me fue conferido hace ya ocho años. Ha sido un periodo de gracia y bendición en el que he podido ejercer el ministerio como obispo de un modo distinto al que conocí al inicio de mi episcopado sirviendo en la Curia romana. El pastoreo del Pueblo de Dios es un gozo que guardaré siempre en el corazón como un tesoro inestimable. Ahora sé que debo dar un paso atrás, y evitar la tentación de creerme imprescindible", afirma.