El PSOE pide a Ciudadanos que "fulmine" a su grupo municipal en Badajoz

El portavoz del grupo socialista en el Ayuntamiento de Badajoz, Ricardo Cabezas, pidió ayer a los dirigentes de Ciudadanos que «fulminen» a su grupo municipal en la capital pacense, pues, según aseguró, sus tres concejales -Carlos Urueña, Lara Montero de Espinosa e Hitos Mogena- «ya ignoran al partido naranja y van a rebufo del PP», señaló a través de un comunicado.

Cabezas considera que el grupo municipal de Ciudadanos en Badajoz es «una farsa» y da por hecho que el concejal Carlos Urueña «irá en la lista del Partido Popular el próximo mayo», cuando se celebrarán las elecciones municipales.

Por este motivo, el portavoz socialista insta a la dirección de Ciudadanos a que materialicen «la expulsión de los ediles» del partido naranja en la capital pacense, pues, según defiende, es un «golpe de timón» que debe dar la formación para «no ser cómplice necesario» de la actual situación.

En su opinión, «el único objetivo» del grupo municipal de Ciudadanos «es guardar las apariencias y evitar un escándalo mayúsculo, aunque éste terminará produciéndose», augura Cabezas en su comunicado.

Ante ello, el líder de los socialistas pacenses reclama a los dirigentes de Cs que «vayan más allá de las palabras» y «dejen de confiar en unos concejales que ya ignoran al partido naranja». «Si no son expulsados de Ciudadanos, estos concejales aparecerán en la lista del PP antes de que concluya la legislatura y la ignominia no podrá ser peor; ahora solo guardan las apariencias dentro de una gran incoherencia», advierte.

Para Cabezas, no solo el alcalde de Badajoz, Ignacio Gragera, «ha incumplido con su transfuguismo el acuerdo inicial de Cs con el PP de turnarse en el cargo de alcalde», ya que ha despreciado a su partido de origen, sino que los cargos de confianza de Ciudadanos «trabajan ahora para el PP».

Una «farsa», a juicio del portavoz socialista, que «traspasa toda ética y es corrupción con todas las letras», por lo que insiste en solicitar a Ciudadanos que «expulse a sus ediles, que realmente ya no son suyos, y fulmine así al grupo municipal, en un último servicio a la ciudad en esta legislatura».

Con ello, según defiende, la ciudad «se ahorraría dinero» y se pararía además «a estos caraduras que se aprovechan de lo público en beneficio propio».