La construcción del quiosco de la plaza de Santa Marta, conocida como El Pirulo, está dando quebraderos de cabeza al Ayuntamiento de Badajoz pero parece que, por fin, se va a llegar a una solución después de más de tres años y la ejecución podría comenzar en este mismo. El pasado mes de septiembre salió un Decreto de Alcaldía para aprobar el expediente de contratación por un presupuesto superior a los 115.000 euros y, después de sacarlo a licitación, el proyecto se quedó desierto.

Por este motivo, el ayuntamiento decidió optar por un procedimiento que se denomina negociado sin publicidad, que consiste en invitar a tres empresas que quieran participar en el proceso y negociar con ellos una mejora en algún aspecto del pliego. De ahí surgirá la adjudicataria definitiva.

Cabe recordar que en 2021 este mismo proyecto ya se sacó también a licitación con un importe de 75.000 euros y ninguna compañía se presentó puesto que, por el aumento de los precios de los materiales, no lo veían atractivo, tal y como explicó el concejal de Gabinete de Proyectos, Jaime Mejías. Por esta razón decidieron aumentar la cuantía unos 50.000 euros. «Estaba un poco preocupado con este tema porque después de dos veces que se ha quedado desierto y después de subir el presupuesto, no entendía la situación», señaló.

Mejías declaró que es el mismo proyecto que se publicó en 2021 y cree que la ejecución del quiosco comenzará este año porque el negociado sin publicidad es algo relativamente rápido. La diferencia con la licitación ordinaria es que la competencia no es tan fuerte y las empresas no tienen que reducir gasto. En este caso, las tres invitadas llegan al presupuesto total y son algunos detalles los que se mejoran, como unos materiales de mayor calidad o un plazo de ejecución más rápido.

El presidente de la Asociación de Vecinos de Santa Marina, Francisco Crespo, aseguró que están contentos y deseando que se haga realidad la construcción del quiosco en El Pirulo porque llevan años detrás de ellos, pidiéndolo. «Lo que queremos es revitalizar la plaza y que los padres bajen con sus hijos», agregó. Junto con esta reivindicación está la de cambiar los juegos que se instalaron para adolescentes, o niños más mayores, por unos juegos infantiles. De este modo, considera que muchas personas irían a tomarse un café un refresco o una cerveza mientras sus hijos estuvieran jugando y le darían ambiente a la plaza.

Por otro lado, también han pedido que se «corrijan» ciertos defectos que hay en la zona como unos bancos con respaldo o instalar algo para tener más sombra.

La anterior licitación reflejaba que el quiosco dispondrá de una superficie construida de 115,65 metros cuadrados, con barra, una cocina de 11,30 metros cuadrados y aseo. También contará con una terraza cubierta para veladores. Será de una sola planta, con una estructura formada por pilares de hormigón y forjado compuesto por una losa de hormigón armado.

A Manuel Álvarez, vecino del barrio, le parece interesante y necesario y sería el primero que sería cliente para tomarse un café en invierno y unos refrescos en los veladores en verano.