La actuación comenzó en julio y se han cumplido los plazos a pesar de algunos retrasos como los raíles encontrados

La obra de la plataforma única de Puerta de Palmas, en Badajoz, llega a su fase final

El ayuntamiento confía que en Navidades se pueda abrir por completo la rotonda a los vehículos. Faltan el acerado del monumento y la plazoleta que se hará donde antes había aparcamientos

Los vehículos circulan por la plaza de los Reyes Católicos hacia la avenida Joaquín Costa.

Los vehículos circulan por la plaza de los Reyes Católicos hacia la avenida Joaquín Costa. / Andrés Rodríguez

La transformación del entorno de Puerta de Palmas con las obras de la plataforma única en la plaza de los Reyes Católicos entra en su fase final. Después de que abriera este lunes al tráfico la parte opuesta al monumento y la avenida Joaquín Costa, esta última cerrada desde hace cinco meses, el siguiente paso es concluir los trabajos de la rotonda para que los vehículos puedan hacer el giro. En este sentido, el concejal de Vías y Obras, Carlos Urueña, aseguró a este periódico que el objetivo es que la apertura se pueda producir durante las Navidades, e incluso si es posible antes del día de Navidad. Sin embargo, eso dependerá también de que las condiciones climatológicas, por ejemplo las lluvias caídas en las últimas semanas, den una tregua y no provoquen retrasos.

Posteriormente, lo último que quedaría por hacer en la plaza son los acerados. Para ello hay que actuar sobre el espacio que hay justo delante de Puerta de Palmas, un triángulo que se amplía varios metros respecto a como estaba anteriormente. «Servirá como de mirador y allí pondremos bancos y plantaremos arbustos y flores», destacó Urueña. Asimismo, el lugar que se está usando como zona de acopio de materiales, pasará de ser un pequeño aparcamiento, que desaparecerá, a una plazoleta. Y también se están preparando la entrada y la salida a la plaza desde la ronda de circunvalación Reina Sofía y la avenida Entrepuentes.

Un coche accede a la plaza de los Reyes Católicos, que estaba cerrada desde hacía dos semanas.

Un coche accede a la plaza de los Reyes Católicos, que estaba cerrada desde hacía dos semanas. / Andrés Rodríguez

Esta actuación está cumpliendo los plazos previstos, teniendo en cuenta que la fecha para la finalización es en febrero de 2023. Y eso a pesar de que tuvieron el retraso por el hallazgo de los raíles del antiguo tranvía el pasado mes de octubre. Así, el concejal explicó que han ido mucho más despacio porque tuvieron que cambiar el pavimento, han utilizado los adoquines existentes que rescataron y los limpiaron uno por uno y los raíles los colocaron bien para que no se moviesen a la hora de echar el hormigón. «Todo ha sido un trabajo a mano mucho más lento que si lo hubiéramos hecho tal y como venía el proyecto», añadió. Además, modificaron un poco la pendiente de la rotonda.

Los hosteleros y comerciantes del entorno no ven el momento de volver a la normalidad y que se acaben la obras, al igual que los conductores. El bar La Unión ha sido uno de los más afectados ya que se encuentra casi en la esquina de la plaza con la avenida Joaquín Costa. Su propietario, Pedro Olivera, afirmó que los trabajos han sido un «estorbo» y que, en su caso, han bajado las ventas un 60% durante el día por el ruido de las máquinas, pero es optimista y cree que será para mejor. El problema que ve es la falta de aparcamiento. Que se haya abierto la plaza al tráfico consideró que será beneficioso de cara a la Navidad porque habrá más movimiento de vehículos y personas.

Por su parte, el dueño de Decoraciones Reyes Católicos, Manuel Jiménez, indicó que han sido meses complicados porque no han podido pasar los coches y las aceras han estado cortadas pero alabó la efectividad de los trabajadores que han hecho que no se demore mucho la obra. Él también notó una bajada en las ventas de sus productos como consecuencia de que el paso de los turistas era más complicado y se redujo el número de los que cruzaban por delante de su puerta.

Hay otros trabajadores a los que también les ha afectado en el día a día el cambio a la plataforma única. Es el caso de Abel Ballesteros, repartidor de Matutano, para el que ha sido un «trastorno» que la plaza haya estado cerrada, sobre todo las últimas semanas, porque para acceder a ella tenía que ir desde la rotonda de los Tres Poetas hasta la autopista y luego callejear. «Pierdo diariamente en la ruta media hora o 45 minutos como mínimo. Antes paraba en la puerta de los clientes y hacía el reparto en 10 minutos», trasladó.

Antonio Zambrano es otro conductor que puso de relieve la falta de aparcamientos en la zona.

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